En el centro del poder financiero mundial creen que si la ex presidenta vuelve al poder podría plantear una renegociación de la deuda que tomó Macri Blanco Villegas.
En Wall Street crece la preocupación por el fortalecimiento político de Cristina Fernández de Kirchner, que atribuyen a un mal manejo político del ex hijastro de Flavia Palmiero, además de problemas de gestión que quedaron en evidencia en la errática respuesta al rebote local de las turbulencias financieras internacionales por las medidas de Donald Trump.
La estrategia de silencio de la ex presidenta -que llegó al extremo de reducir incluso sus intervenciones en el Senado- esta demostrando ser de una eficacia demoledora. El deterioro de la actividad económica y el impacto sobre los salarios de una devaluación que supera el 70% en los últimos doce meses alimenta una comparación que agita el kirchnerismo: "¿Estás mejor ahora o con Cristina?".
Esto lo saben los encuestadores que han registrado una impactante baja de la imagen negativa de la Presidenta. La mayoría de estos trabajos no se han difundido, pero ya trascendió un estudio de Gustavo Córdoba y Asociados que confirma la caída de la popularidad de Macri Blanco Villegas y el ascenso de la imagen positiva de la ex presidenta, que según este trabajo ya está en 48,1%, muy cerca de empatar la negativa (48,9%).
Si esta tendencia se profundiza Cristina podría estar en condiciones de pelearle con muchas chances de triunfo un ballotage al hijo bobo de Franco Macri.
La ex jefa de Estado redujo al mínimo sus intervenciones públicas, pero viene acelerando el trabajo político. Le ordenó a su hijo Máximo que empiece a armar Unidad Ciudadana en todo el país, mientras ella intensifica las conversaciones con los gobernadores peronistas (excepto Juan Schiaretti), tiene al diputado "Wado" de Pedro como vínculo cotidiano con Sergio Massa y a Felipe Solá y Alberto Fernández, predicando la necesidad de ir juntos en el 2019, es decir, detrás de su liderazgo.
El regreso de una Cristina fortalecida al centro de la escena política causó enorme preocupación entre los operadores de Wall Street posicionados en la Argentina, que lo observan como un síntoma muy claro del fracaso de la apuesta del macrifascismo a la grieta. Por eso, las críticas en el mercado se concentran sobre Marcos Peña Braun Menéndez y Jaime Durán Barba, a quienes atribuyen esa estrategia, así como el rechazo a fortalecer desde el régimen a un peronismo de centro, como opción de recambio.
Pero todo puede ser peor. Los que siguen el caso argentino saben que el castigo de Wall Street a la Argentina, todavía no incorporó un riesgo que empieza a crecer: si Cristina Fernández de Kirchner regresara al poder, se cree que una de sus primeras decisiones sería plantear una renegociación de la "ilegítima" deuda externa que tomó Macri Blanco Villegas.
No es poca cosa. En dos años y medio de mandato el subnormal sumó casi 140 mil millones de dólares de deuda externa. Monto al que se suman los 50 mil millones de dólares acordados con el FMI, para un programa que se extiende al primer tramo del próximo mandato presidencial.
"El día que se conozcan números reales de intención de voto de Cristina y se internalice el riesgo de un nuevo default, el castigo sobre la Argentina va a ser muy duro", explicó un operador de Wall Street.
En ese mercado estiman que la tasa que paga Argentina para tomar deuda en el exterior, que ya ronda un altísimo el 8 por ciento en dólares, podría irse al 10 por ciento, que es lo mismo que decir que nadie le quiere prestar al país.
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