Tras dos años y medio de gestión, el ex hijastro de Flavia Palmiero fue evasivo en sus contestaciones a los periodistas y atribuyó la actual situación a problemas mundiales y a cuestiones estructurales del país. Se desentendió del tema de los aportantes truchos y cargó el escándalo sobre las espaldas de Vidal. Defendió la baja de las retenciones.
Mugrizio Macri Blanco Villegas brindó ayer una conferencia de prensa en la que esquivó a la mayoría de las preguntas de los periodistas, respondiendo con evasivas y echando culpas a diestra y siniestra. Se le consultó sobre los despidos en Télam, la inflación, el aborto, los aportantes truchos a la campaña de la alianza de derecha Cambiemos en la provincia de Buenos Aires y demás cuestiones.
Sobre el escándalo de corrupción de los aportantes truchos, respaldó a la gobernadora fascista bonaerense María Eugenia Vidal ante las denuncias. "Ya la escuchamos a la gobernadora claramente esta tarde. Siempre hemos presentado los papeles, rindiendo los gastos y seguiremos aportando a la Justicia y haciendo una auditoría", afirmó.
"Queda claro que tenemos que dar un paso más", sostuvo en ese sentido. "Ya lo hemos debatido y espero que se materialice en el Congreso una nueva ley", subrayó y aseguró que espera que "todo se bancarice". Dijo también que la conchuda hija de puta "ha iniciado una auditoría para saber lo que pasó, se está investigando, tengamos paciencia para saber qué es lo que pasó".
Después consideró que el país está atravesando una "tormenta" y no una crisis "similar a otras del pasado". En esa línea, consideró que "muchos argentinos sienten frente a la tormenta que estamos atravesando que estamos afrontando una crisis similar a otras del pasado, pero yo creo que no es así: claramente estamos enfrentando una tormenta, pero hemos arriado las velas y estamos manteniendo el rumbo. Creo en el futuro que tenemos por delante y estamos haciendo el esfuerzo correcto".
Dijo que "el crecimiento va a disminuir", pero que -otra vez, en un futuro en teoría promisorio- se "va a retomar el crecimiento el año que viene y se va a volver a generar empleo".
"Hay cosas que no dominamos, como lo que puede pasar en el mundo. Pero tenemos mejores herramientas y más fortaleza para enfrentar estos vaivenes. Estamos atacando con la verdad sobre la mesa problemas estructurales", agregó.
"Estamos enfrentando una tormenta y sigo creyendo en el futuro que tenemos por delante", señaló y aseguró estar "bien cerca de cada uno de ustedes, y entendiendo que queremos construir un país con más justicia y más equidad para todos".
Añadió que "convivimos en un mundo volátil, y entendemos los problemas heredados de gobiernos anteriores y de décadas anteriores", sin hacer demasiada autocrítica sobre su polémica gestión.
El idiota confeso aseveró que intenta "ser lo mas ecuánime posible" y que "al futuro lo veo tan claro como el primer día". En un momento deslizó que "tenemos casi un tercio de los argentinos en la pobreza".
Tras una nueva consulta sobre los aportantes truchos, volvió a citar a Vidal y dijo que "siempre hemos presentado los papeles de los datos de campaña y presentaremos todo a la justicia".
Sobre la galopante inflación, el subnormal volvió a echar culpas para todos lados y dijo que "por más que no haya sido tan fácil como pensamos en el inicio", en un mínimo de autocrítica, culpó al cepo, a las tarifas y a la tormenta internacional.
El hijo bobo de Franco Macri ratificó que sigue la baja de retenciones agropecuarias y prometió bajar la inflación 10 puntos el año que viene. "Queremos que haya más inversiones", anheló, con el fin de que haya "más trabajo", y dijo que "el objetivo es bajar la inflación", y que el "plan que tenemos con el fondo" iría en ese sentido.
Sobre los depidos en Télam, el sorete mal cagado ensayó una postura de congoja y opinó como si no fuera responsables de las más de 350 familias que su gestión dejó en la calle. "Soy el primero en lamentar que cada argentino pierda el trabajo", dijo sin ponerse colorado y agregó que "desde el primer día pretendimos modernizar el Estado".
De esta manera justificó los despidos y dijo que le pidió a cada funcionario de cada área "que cada lugar funcione como debiera ser". Añadió que Télam "no le daba un servicio eficiente a los argentinos y por eso es lo que están haciendo" en la agencia.
"Desde ese lugar, le he pedido a cada funcionario que su repartición funcione al servicio de los argentinos y lo que han decidido las autoridades de Télam es que había una superpoblación de gente", expresó.
Finalmente fue consultado específicamente sobre el tema de la despenalización del aborto y algunas declaraciones de Elisa Carrió, pero esquivó el bulto y dijo que lo que importaba decir era que el aborto "era un tema tabú, que estamos debatiendo como corresponde", y agregó que "el camino del debate tiene que ser en el campo del respeto".
"Pienso que lo importante es valorar lo que estamos logrando: algo que era tabú, que no se podía hablar, lo estamos debatiendo como corresponde. Quiero reiterar que el camino del debate tiene que ser en el marco del respeto, de escuchar al otro y entender la diversidad de opiniones y visiones. Y espero que termine de esa manera", sostuvo.
"Yo abrí el debate porque creo que la Argentina tiene que hacerlo. Es un camino de crecimiento, de saber ejercer nuestras libertades con responsabilidad. Y cuando los argentinos elegimos un cambio elegimos esto, un cambio donde ante los problemas se va al fondo de la cuestión", disparó.
"Estos debates enriquecen y no hay que tenerles miedo. Lo peor es creer que no estamos en condiciones. Los argentinos hemos madurado mucho", concluyó el infeliz.
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