La Cámpora ya camina las provincias y elige candidatos. Buscarán alianzas opositoras donde sea posible.
Cristina Fernández de Kirchner está en silencio, pero activa: esta semana sus alfiles de La Cámpora comenzaron a armar Unidad Ciudadana en cada provincia con el objetivo de crear una coalición opositora fuerte que enfrente a Mugrizio Macri Blanco Villegas el año próximo.
Ayuda en la tarea Felipe Solá, que es diputado nacional del Frente Rejuntador pero se promueve como candidato presidencial con la bandera de una oposición unida.
"Yo no quiero ir a una elección con dos peronismos. El que trabaja para que haya dos peronismos trabaja para Macri. Quiero ganarle a Macri representando a un peronismo unido", afirmó este jueves en una entrevista.
Según pudo saberse, el ex gobernador recibe apoyo de Eduardo Eurnekián, el empresario que controla los aeropuertos y no logró una relación armónica con el régimen macrifascista.
Solá se mueve en dupla con su compañero Facundo Moyano, que tiene mandato hasta 2019 y quiere renovar por la provincia de Buenos Aires, donde Cristina sostiene márgenes altos de aceptación pero sigue sin confirmar su futuro. No es un dato que llame la atención: desde 2005, siempre que fue candidata lo confirmó poco antes del cierre de listas o hasta el mismo día.
Mientras la ex jefa de Estado cultiva el perfil bajo (ni siquiera abre la boca en las últimas sesiones) los líderes de La Cámpora, con Máximo Kirchner a la cabeza, comenzaron a apadrinar candidatos propios en cada provincia.
El plan es tener una usina de Unidad Ciudadana lo más competitiva posible y recién después proponer un consenso con peronismo local para dirimir la lista final en primarias. O en un acuerdo intramuros donde no existen.
Solamente si no lo consiguen competirán con sello propio, un escenario que en 2017 le sirvió a Cambiemos para imponerse en Salta, Chaco y por un amplio margen en Córdoba.
También en Mendoza, donde UC estuvo a un pelo de ganar la primaria peronista y sus verdugos perdieron por 20 puntos contra la alianza de derecha Cambiemos en las generales.
Pero la unidad no siempre trajo los frutos esperados: en Chubut y en Santa Fe el candidato K ganó en agosto pero cayó en octubre.
De todos modos, sin un presidenciable consolidado los gobernadores adelantarán las elecciones locales y se despegarán de la pelea por la Casa Rosada.
Muchos ya le anticiparon a Cristina que puede hacer daño en contiendas locales con figuras como los diputados Sergio Leavy (Salta) y Pablo Carro (Córdoba) y en octubre apadrinará a sus candidatos al Congreso debajo de su boleta o de quien apoye para enfrenar a Macri Blanco Villegas. Por ahora, el único kirchnerista de pura cepa que recorre el país es el diputado Agustín Rossi.
En la provincia de Buenos Aires está prohibido desdoblar elecciones y por eso el año pasado los intendentes le suplicaron a Cristina enfrentar a Cambiemos y mal no les fue: la mayoría retuvo la mayoría del Concejo Deliberante y evitó sobresaltos a fin de año.
Para que no deban hacer lo mismo los diputados provinciales de Sergio Massa presentaron un proyecto de ley en la Legislatura que propone desdoblar elecciones municipales, pero a Cambiemos aún no le convence. Al kirchnerismo tampoco.
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