El ex hijastro de Flavia Palmiero, como si él mismo no tuviera nada que ver con el asunto, está muy enojado con sus pares empresarios que "se aprovechan" de la suba del dólar.
Mugrizio Macri Blanco Villegas está muy preocupado por el traslado de la devaluación a los precios de los productos básicos, y está furioso con los empresarios que "se aprovechan" del alza del dólar para meterle presión a la inflación.
Según pudo saberse, el tema de la inflación monopoliza las charlas que el idiota confeso mantiene en los últimos días, marcados por los cambios en el gabinete. La suba de los precios está al tope de la agenda del hijo bobo de Franco Macri, incluso por encima de la corrida cambiaria y los nuevos ministros, contaron testigos a este medio.
"Es una locura lo que están haciendo con los precios. Es muy duro esto para la gente", repite el subnormal en esos encuentros, donde se mostró particularmente preocupado por el pass through, el traslado de la suba del dólar a los precios.
El sorete mal cagado apunta sobre todo a los empresarios -sus pares- que "se aprovechan" de la suba del dólar, es decir aquellos que no tienen costos en moneda extranjera pero igual remarcan. Semanas atrás María Eugenia Vidal amenazó con exponer a esos empresarios, pero se quedó en la advertencia. En esa línea, el régimen había empezado a pedirle a las principales empresas de la industria alimentaria que muestren los costos para justificar los aumentos, en un inesperado homenaje a Guillermo Moreno.
La preocupación de Macri Blanco Villegas se relaciona directamente con el impacto que la suba de precios y consiguiente pérdida del poder adquisitivo tienen sobre la imagen de su gobierno y el costo electoral que podría generarle.
En este contexto, un sector del régimen le recomienda al pelotudo hijo de puta reponer las retenciones al maíz y al trigo si quiere evitar al menos un poco el impacto del pass through. Los derivados de esos granos son los que mayores aumentos mostraron en las últimas semanas. Aunque la Rosada frenó un cambio en el esquema de retenciones, la idea no se descarta del todo.
Por lo pronto, el infeliz le encargó al flamante ministro de la Producción, Dante Sica, que trabaje en ver cómo contienen el traslado de la devaluación a los precios.
La llegada del economista platense al gabinete no estuvo exenta de algunos chispazos internos. Es que su arribo fue una jugada de Mario Quintana, que después de algunas semanas de ostracismo parece recuperar poder. El problema fue que Sica había sido acercado al régimen por Francisco Cabrera, que contrataba a su consultora Abeced para asesoramiento. El vicejefe de gabinete puenteó a "Pancho" y le ofreció el ministerio a Sica sin que el reemplazado estuviera al tanto. La jugada reavivó una vieja pelea entre ambos.
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