Diferentes sectores del sindicalismo hicieron pública su adhesión a la medida de fuerza. La huelga decretada por la central obrera, largamente reclamada, no incluye una movilización. El triunviro Juan Carlos Schmid dijo que el paro es imposible de evitar ante la decisión del Gobierno de profundizar el modelo económico.
El paro general decretado por la CGT para el próximo lunes continúa sumando adhesiones tanto de sindicatos como de agrupamientos gremiales que hacen prever su contundencia.
Para el triunviro Juan Carlos Schmid, la medida de fuerza llega por la negativa del régimen macrifascista a dialogar con los sindicatos pero también porque “el programa económico de Cambiemos fracasó en todos los planos” y porque “no ha logrado controlar la inflación, poner en marcha el aparato productivo y no se ha producido la lluvia de inversiones pronosticada”.
Schmid fue uno de los pocos dirigentes que integran el Consejo Directivo de la CGT que en estos días se refirió a la medida de fuerza. Por un lado dijo que “un diálogo sin voluntad de cambio es una frustración”. En ese sentido reconoció que era imposible que se hubiese evitado la medida de fuerza porque “las medidas que se están tomando provocan mucho crujido social y está muy claro en los indicadores sociales y económicos”.
Para el triunviro el paro va a ser “contundente” fruto de la gravedad de la situación económica y social que vive el país. “Creo que va a ser una protesta que va a ir más allá del encuadramiento sindical y me parece que también van a participar otros actores”, agregó.
Schmid es de los que creen que el próximo lunes se van a realizar movilizaciones fruto de la angustia y desesperación que viven los sectores menos beneficiados. “Muchos de ellos que saben que con el correr de los días esto se va a ir agudizando por el impacto que va a tener sobre la canasta básica de alimentos", indicó.
Mientras llega el día de la medida de fuerza continúan sumándose adhesiones. El miércoles, por caso, la Unión Ferroviaria que conduce Sergio Sasia anunció que el gremio parará en todos los ámbitos de cobertura “para defender los intereses de los trabajadores”. En ese sentido, indicó a través de un comunicado que van a parar “luego de evaluar todos los aspectos de la realidad socio-económica y política del país y la situación general por la que atraviesan los trabajadores, los jubilados, la industria y los sectores más vulnerables”. Por otra parte, y ya en el marco de la renovación de la conducción de la CGT, el sindicato ferroviario señaló que “el real desafío es debatir un proyecto de país como factor convocante para la unidad de los trabajadores, con una agenda programática con objetivos a corto, mediano y largo plazo y la justicia social como bandera”.
El otro gremio que también hizo pública su adhesión es el de los empleados de comercio que lidera Armando Cavalieri. “Demandamos cambios en el rumbo de la política económica”, indicó en un documento donde además repudió “el ajuste salvaje al que se somete a los trabajadores y el veto a la reducción de tarifas que aprobó el Congreso”.
Cavalieri también expresó su desacuerdo con el retorno del FMI por las consecuencias negativas que provocan “sobre el empleo, la obra pública, los sistemas de seguridad social, las economías regionales y los servicios públicos, lo que agrava la situación social”.
A estas adhesiones hay que sumarles las de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que tiene como principal referente al bancario Sergio Palazzo y la del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) que tienen como cabeza visible a Sasia y al taxista Omar Viviani. Los poderosos gremios de la industria como Smata (mecánicos) y la Unión Obrera Metalúrgica también serán parte de medida de acción directa largamente reclamada.
Las expresiones públicas de respaldo a la huelga nacional son importantes pero la contundencia se expresará mucho más con la adhesión de los gremios del transporte. Al anuncio de los sindicatos ferroviarios se sumó el de la UTA que conduce Roberto Fernández. Es un dato importante porque en diciembre pasado el gremio de los colectiveros se retiró del paro que había lanzado la CGT en medio de la represión a las manifestaciones en contra de la reforma jubilatoria. Una decisión que en su momento generó una fuerte controversia hacia el interior de la central obrera y que al parecer las heridas se están restañando.
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