Consumidores Libres dio cuenta que dicha suba de la canasta está dada por la devaluación del peso frente al dólar y su traslado a los precios y que podría seguir su tendencia.
El representante legal de la asociación Consumidores Libres, el ex diputado nacional Héctor Polino, estimó que los precios de la canasta de alimentos tendrán un aumento de entre “tres y cinco por ciento” tras la marcada suba del dólar ocurrida durante la semana anterior, que fue superior al 11 por ciento al comparar las cotizaciones de la divisa durante el último día hábil de la semana.
“La devaluación va a impactar fuerte en la canasta de alimentos”, analizó el representante de los consumidores, quien calculó, de ese modo, que el incremento de precios se ubicará “entre tres y cinco por ciento” y consideró que la suba “se prolongaría a lo largo de todo corriente mes de junio, si es que no se produce otra depreciación en ese período”.
El ex diputado nacional evaluó que por el citado ajuste en los precios de la canasta de alimentos, “se va a acentuar la disminución de compras de artículos de primeras marcas y aumentará las de segundas y terceras”.
“Crecerá el consumo de harinas y polenta, por ejemplo, que es lo que más avanzó en los últimos años”, apuntó, lo que redundará, asimismo en mala alimentación en especial para los menores de edad ante la carencia de fibras en sus comidas cotidianas.
Recordó asimismo que “en 2015 se consumían 44 litros de leche promedio por persona y por año, mientras en 2017 esa cifra bajó a 40 litros”.
“Cuando disminuye el consumo de leche, los más afectados son los niños. Eso disminuye el desarrollo intelectual”, advirtió Polino, quien criticó que “resulta un absurdo que al tambero se le pague $ 5,20 el litro y luego se vende en góndolas con una diferencia muy marcada”.
Pronosticó también que el aumento de precios se va a traducir en una “baja en el consumo sobre todo de los barrios donde residen habitantes de la clase media y media baja”.
“Son los sectores sociales que están pagando los tarifazos en el agua potable y la energía porque no califican para acceder a la tarifa social”, resaltó.
“Este sector social es el más afectado por todos estos aumentos”, insistió y añadió que “a ello hay que agregar los aumentos en medicamentos”, al tiempo que subrayó que en la canasta de diez productos de consumo masivo de ese ítem desde diciembre de 2015 al 18 de mayo de este año, las subas “oscilan entre un 64 a un 269, 66 por ciento”.
En tanto, alertó que “si los salarios de los trabajadores no aumentan en la misma proporción en la que se realiza la devaluación, se va a acentuar un proceso de recesión y empobrecimiento”.
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