El cantautor continúa internado en la terapia intensiva luego de ser operado de un coágulo en la cabeza por una caída desde el escenario.
Joaquín Sabina pasó una buena noche y presenta “una evolución favorable” tras haber sido operado de urgencia el jueves luego de que se desplomara el miércoles durante un concierto que estaba dando junto a Joan Manuel Serrat en el Wizink Center de Madrid.
El segundo parte médico firmado por la doctora Mercedes Cuesta Nuin, del hospital Ruber Internacional de Madrid, arrojó buenas noticias. El músico sigue en la unidad de cuidados intensivos pero se espera que el fin de semana sea trasladado a una sala común para continuar con su recuperación.
El escueto parte agregó que no se facilitarán nuevos informes médicos “salvo que surgiera algún cambio relevante” en la evolución del paciente y aclaró que se emitió a pedido de la familia del artista, a quien se le hizo entrega del mismo.
El artista, que este miércoles cumplió 71 años, se cayó unos dos metros en el espacio que queda entre el escenario y el público. El incidente ocurrió alrededor de las 21:15, hora local.
Según confirmó a EFE la promotora del evento, no fue un desmayo, sino una caída a causa de un foco que lo habría deslumbrado, lo que ha llevado al artista al suelo cuando el espectáculo apenas llevaba media hora de recorrido.
Sabina, que fue llevado en camilla fuera del escenario, sufrió un fuerte golpe en el hombro y, tras ser revisado por los médicos del recinto, salió de vuelta para despedirse del público y pedir disculpas por la cancelación.
En una silla de ruedas empujado por Serrat se disculpó y explicó que el concierto sería cancelado. Y tuvo ánimo para bromear: “Estas cosas me pasan sólo en Madrid, lo siento muchísimo, me he dado un golpe muy fuerte en el hombro”.
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