El procurador interino dictó una apercibimiento por entender que el corrupto fiscal pudo haber generado una demora en el sistema de Justicia. Sigue abierto otro sumario por las acusaciones que derivaron en su procesamiento.
El procurador general interno Eduardo Casal decidió apercibir al coimero fiscal Carlos Stornelli por el tiempo que estuvo en rebeldía en la llamada causa D’Alessio, en donde finalmente se presentó y terminó procesado por asociación ilícita, violación a ley de inteligencia, incumplimiento de deberes legales de funcionario público y coacción. Casal entendió que la ausencia del fiscal cuando se lo llamó a indagatoria pudo haber provocado un “retardo de justicia”, más allá de las razones que expuso la defensa para justificar su ausencia.
Casal está a cargo momentáneamente de la jefatatura de los fiscales. Quedó en ese lugar cuando renunció Alejandra Gils Carbó. Alberto Fernández propuso a Daniel Rafecas para ese cargo y espera que el Senado debata la cuestión. Bajo la órbita de la Procuración, hay dos sumarios contra Stornelli: uno por la rebeldía, que se resolvió hoy; otro por las acusaciones contra Stornelli en el expediente de Dolores.
Precisamente, el juez Alejo Ramos Padilla notificó del procesamiento contra Stornelli firmado en diciembre pasado y pidió que se analice la apertura de la instancia ante el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal de la Nación respecto del fiscal federal Carlos Stornelli. También aseguró que si no tuviera fueros, hubiera ordenado su prisión preventiva. El fallo no fue revisado aún por la Cámara de Mar del Plata. Fuentes judiciales aseguran que la suerte de Stornelli en ese sumario de la Procuración está atada a su situación judicial, por eso aún no hubo novedades.
Hubo cuestionamientos abiertos a Casal por no haber actuado más rápidamente con un pronunciamiento sobre Stornelli cuando el fiscal aún no se presentaba en Dolores. Incluso fue convocado a dar explicaciones en el Congreso donde lo acusaron de proteger al instructor del caso de los cuadernos.
Ahora, la Procuración resolvió pronunciarse en el sumario abierto por la rebeldía en la que estuvo Stornelli cuando no se presentó a declarar ante el juez Ramos Padilla. Esa situación de rebeldía cesó cuando Stornelli se presentó finalmente a declarar en noviembre pasado y que permitió que se resolviera su situación procesal.
“Advierto que la circunstancia de que el doctor Stornelli haya cumplido con la diligencia que constituía el objeto del apercibimiento oportunamente propuesto, no priva a la sanción de su sentido preventivo de conductas futuras”, escribió Casal, según indicaron juentes judiciales. Y por ello se resolvió “aplicar la sanción de apercibimiento” prevista en el “Reglamento Disciplinario para los/as Magistrados/as del Ministerio Público Fiscal de la Nación”.
Las sanciones previstas podían ser un apercibimiento, una multa o iniciarle un jury. Casal destacó que Stornelli “no registra antecedentes disciplinarios” y optó por apercibirlo, en sintonía con lo que había propuesto la mayoría del consejo evaluador.
“La actitud asumida por el doctor Stornelli al no comparecer ante los estrados del Juzgado Federal de Dolores, generó un retardo en el avance del trámite de la Causa FMP 88/19, con perjuicio para la buena administración de justicia. Por lo tanto, conforme las conclusiones a las que arribó el sumariante y la opinión mayoritaria del Consejo Evaluador, corresponde concluir que el accionar del fiscal federal Carlos Stornelli posee relevancia disciplinaria y por lo tanto, amerita una sanción”, señaló el jefe de los fiscales.
Stornelli fue llamado a declarar en febrero de 2019. En marzo fue declarado en rebeldía. Recién se presentó a fines de noviembre en Dolores, luego de que el Consejo Evaluador de la Procuración señalara que correspondía sancionarlo por haberse presentado a su indagatoria. Si bien el consejo no está facultado para tomar decisiones, la última palabra la tiene el procurador. En ese marco, ayer, Casal determinó que correspondía un apercibimiento, más allá de que la rebeldía haya cesado.
El caso D’Alessio cobró un alto voltaje político. Hasta la propia Cristina Fernández de Kirchner le recomendó al tribunal que la juzga por la causa Vialidad que analizaran ese expediente para saber cómo funcionaban las causas armadas.
D’Alessio era un hombre que se presentaba como abogado y que lograba llegar a políticos, periodistas y empresarios jactándose de ser un agente de inteligencia. Precisamente, lo que nunca se espera que revele un espía. D’Alessio se hizo famoso en febrero cuando se conoció que el empresario agropecuario, Pedro Etchebest, lo había filmado y grabado hablando de los vínculos que presumía tener con el fiscal Stornelli y reclamándole 300 mil dólares para garantizarle que quedaría a salvo de la causa de las fotocopias de los supuestos cuadernos en donde -le dijo- lo había mencionado un arrepentido. Eso era mentira. Etchebest, dijo en la Justicia, creyó en la versión de D’Alessio cuando fue hasta Pinamar y se dio un apretón de manos con el fiscal Stornelli.
El fiscal negó todas las acusaciones. Además siempre insistió en sostener que esa causa debía tramitarse en Inodoro Py y no en Dolores, un planteo que está en la Corte Suprema. De la mano de una denuncia de la desquiciada diputada Elisa Carrió, Stornelli aseguró que se trataba de una operación armada para atacar el expediente por las anotaciones del chofer literato Oscar Centeno, en lo que se dio en llamar la "operación Puf". Allí se asegura que presos kirchneristas armaron la causa de Dolores para voltear el expediente de las fotocopias de los supuestos cuadernos. El caso estaba en manos del fallecido y archicorrupto juez Claudio Bonadio y tenía como fiscal a Stornelli.
Según escribió Ramos Padilla en su resolución de procesamiento, la investigación que se tramita en Dolores no salpica el expediente de los cuadernos. Allí ya están procesados D’Alessio, un ex espía de la SIDE Rolando Barreiro y dos ex jefes policiales Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk. Fueron procesados además otras personas como el fiscal de Mercedes Juan Bidone y el periodista Daniel Santoro.
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