En el mes de agosto el dato, también provisorio, había mostrado una baja de 1% respecto de un año antes.
En el mes siguiente a las elecciones primarias el mercado de trabajo agudizó la pérdida neta de empleos, como consecuencia de la singular reacción negativa de los mercados que derivó en la aceleración de la inflación, escalada del tipo de cambio y aumento de la incertidumbre de los inversores en títulos públicos y las empresas.
De acuerdo con lo relevado por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Producción y Trabajo, el Índice de Empleo para septiembre de 2019 tuvo una variación interanual negativa del 2,6% para el total de los aglomerados.
Las tasas de entrada y salida fueron 1,6% y 1,9% respectivamente. Todos los aglomerados presentaron variaciones interanuales negativas con excepción de Gran Mar del Plata, que subió 2,6%. Agosto cerró con una contracción de 1 por ciento.
Todas las ramas de actividad presentaron variaciones negativas en comparación con un año antes, con excepción de servicios comunales, sociales y personales, que aumentó 1%, por estar asociado al crecimiento vegetativo de la población.
Por el contrario, en la construcción la ocupación de personal cayó 10,5%; y en menor medida en la industria manufacturera 4,2%; comercio, restaurantes y hoteles 3,8%; transporte, almacenaje y comunicaciones 1,9%; y servicios financieros y a las empresas 1,4 por ciento.
La estadística oficial dio cuenta de que con la estimación de nueva contracción de la nómina del total de trabajadores registrados, en el sector público y privado, asalariados y cuentapropistas, se acumularon 13 meses consecutivos de destrucción de empleos netos, muchos de los cuales fueron a encontrar refugio en ocupaciones informales, más en carácter de independientes que de asalariados, pero en condiciones de alta precariedad laboral.
Privados con una tendencia diferente a la del sector público
Una vez más desde que se inició el proceso de contracción de la demanda de obra y baja natural de puestos de trabajo, por retiro, salida del país y rotación en busca de mejores oportunidades o emprendimientos, el empleo registrado por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), principal base de la estadística que procesa el Ministerio de Trabajo y Producción, reveló que la franja de los asalariados en el sector privado fue la que acusó el mayor peso de la recesión, junto con la de los autónomos. En ambos casos, se anotaron sendas caídas de 2,3% y 2,5%, respectivamente, a 6.072.500 personas, en el primer caso; y 391.900 en el segundo.
En cambio, en el conjunto de la administración pública nacional, provincial y municipal, el dato provisorio para agosto reveló un crecimiento de la nómina en 0,5%, a 3.186.500 personas, como ocupación principal. No toma los casos del pluriempleo, en el que la remuneración es mayor en el ámbito privado; y viceversa. Ese incremento de la nómina se asocia al aumento vegetativo de la población y, por tanto, a la necesidad de reforzar los puestos en las áreas de la educación, salud y seguridad pública, principalmente.
También se mantuvo expansiva la totalidad de trabajadores en casas particulares: se elevó 1,7%, 499.300 personas. En este segmento se incluye tanto a quienes se desempeñan en tareas del hogar, como a parte de los encargados de edificio, y de mantenimiento de casas y oficinas.
Previsiones para el último trimestre
Las empresas de entre 10 y 49 empleados presentaron un descenso interanual de 1,9% en el empleo, las de entre 50 y 199 de 2,4%, y las de 200 y más empleados redujeron su dotación en un 3,2% en relación a un año atrás.
El 4,3% de las empresas espera aumentar su dotación de personal en los próximos tres meses, mientras que el 4,8% cree que disminuirá. Así, las expectativas netas de aumento de personal fueron negativas en 0,4 puntos porcentuales. Como contrapartida, el 90,9% de las empresas espera no alterar su dotación en los próximos tres meses.
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