Con la integración del nuevo gabinete porteño y la elección de autoridades del PRO comenzará a definirse la estrategia para el 2023 del jefe de Gobierno.
El 55% de los votos obtenidos en la CABA y la reelección en primera vuelta colocaron a Horacio Rodríguez Larrata entre los aspirantes a liderar la oposición. Claro que antes deberá arreglar cuentas con Miauricio Macri Blanco Villegas y Alfredo Cornejo, dos de los rivales que aparecen en su horizonte.
"Va a haber pases de factura de un lado y otro. Horacio no se va a meter, va a esperar a que decante y se ordene la situación. Arrancará su gestión y en 8 meses empezará con su plan para 2023", aseguraron desde la jefatura del gobierno porteño.
Las señales hacia el resto del país comenzarán a llegar desde el mismísimo 11 de diciembre. Ese día jurarán los nuevos miembros del gabinete y se verá la fortaleza que tiene la alianza entre Rodríguez Larrata y Martín Lousteau. ¿Habrá ministros radicales o boinas blancas en segundas líneas?
Según aseguran desde Parque Patricios, "el Guasón" no cometerá el error del hijo bobo de Franco Macri de dejar de lado a la política y dentro de pocos meses lanzará su armado en territorio nacional. "En laciudad, metió a todos adentro. Hizo una bolsa de gatos pero mal no le fue", analizaron las fuentes consultadas.
La siguiente batalla se librará en el PRO. "En marzo hay que elegir autoridades del partido nacional y de la ciudad, ahí va a quedar claro cómo se va a trabajar para adelante", explicaron desde el larratismo. Luego de las PASO de agosto, cuando el ex hijastro de Flavia Palmiero cayó derrotado por más de 15 puntos, Rodríguez Larrata y Marcos Peña Braun acordaron que la cabeza del partido quedaría para el jefe de gobierno capitalino.
Hay quienes piensan que la conducción de la fuerza adoptará una forma menos vertical, incluso al interior de Juntos por el Cambio, donde hasta ahora la voluntad de Macri Blanco Villegas y de Peña Braun era poco menos que una orden.
La gran incógnita pasa por el futuro del retrasado mental. En los últimos días circuló la versión de que podría aspirar a un cargo en Boca y ya no parece tan seguro que su destino esté en las playas de Cerdeña o en la ciudad de Madrid. Pero además, él mismo dejó trascender su ambición este lunes: "Nunca me imagine que iba a liderar la oposición", le dijo a Larrata y Vidal. El 40 por ciento que sacó contra todos los pronósticos le devolvió el hambre político.
"Parece que se queda", comentaron en territorio capitalino sobre su ¿ex? jefe. Parado sobre 10 millones de votos parece complicado que el presidente saliente se retire de la vida política, más con varias complicadas causas judiciales que lo esperan en los próximos meses y que acaso podría enfrentar replicando la estrategia de Cristina de plantearlas como parte de una persecución política.
En Parque Patricios imaginan que Lousteau buscará consagrarse como alcalde de la CABA y que participará de la carrera presidencial. "Se quedó con las ganas de ser jefe de Gobierno", especulan en el macrifascismo y por eso creen que no será un competidor para Larrata.
Desde que le pidió a Diego Santilli que repitiera como compañero de fórmula, el larratismo se quedó sin recambio para cuando concluyan sus mandatos en 2023.
Alfredo Cornejo es el dirigente del radicalismo que puede pelearle la candidatura presidencial al responsable político de la muerte del Dr. Favaloro. El mendocino es muy fuerte en su provincia y llegó a la cámara de diputados después de imponerse en su provincia por 13 puntos de ventaja luego de caer por un margen escaso en las primarias.
En todo caso para poder pensar en 2023, el jefe de gobierno porteño deberá sortear dos grandes obstáculos. "El 40% de votos es macrista, no sé si alguien puede heredarlos. Larreta hoy es un fenómeno local y de los dirigentes del interior, pero le falta para consolidarse como dirigente nacional", explicó un alto funcionario del régimen fascista porteño.
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