El Parlamento empieza a activarse de nuevo tras el receso de la campaña, que paralizó la actividad legislativa entre las primarias y las elecciones generales. El actual titular de la Cámara de Diputados busca ser designado en la Defensoría del Pueblo.
Sergio Massa y Emilio Monzó son amigos, hablan el mismo idioma y suelen almorzar con frecuencia, una mesa a la que se suman algunos de los allegados de ambos dirigentes que también conversan en forma cotidiana. El titular de la Cámara de Diputados y su sucesor planean en esa línea encontrarse esta semana para empezar a ordenar la transición que comenzaron a delinear después de las PASO, que dejaron a Alberto Fernández a tiro de la presidencia y a Massa al borde de la sucesión legislativa.
El resultado del domingo, sin embargo, obliga al Frente de Todos a buscar consensos parlamentarios por la composición de la Cámara baja: Juntos por el Cambio será la primera minoría después del 10 de diciembre, con 119 diputados, frente a los 109 con los que contará el oficialismo.
En ese sentido, Massa se reunió ayer con el presidente electo para empezar a esbozar la agenda que el Frente de Todos buscará imponer a partir de diciembre, cuyos primeros pasos fueron adelantados por el líder del Frente Rejuntador anteanoche, en el programa Animales Sueltos: Ley de Góndolas, la creación de un Consejo Económico y Social y el reperfilamiento de la deuda, un proyecto que fue enviado por el régimen después de las primarias a través del ministro Hernán Lacunza, uno de los referentes del oficialismo en la transición entre la administración actual y la futura.
En la negociación futura con la oposición, Massa tuvo el martes una buena noticia: la renuncia formal de Elisa Carrió a su banca a partir del 1° de marzo del próximo año. La diputada mantiene desde hace tiempo un duro enfrentamiento político y mediático con el ex intendente de Tigre. Con su salida, la Coalición Cínica tendrá un bloque de 14 legisladores a partir del 10 de diciembre y un perfil mucho menos combativo, al menos en las formas. Maximiliano Ferraro, el futuro jefe de la bancada, ya avisó en la reunión que mantuvo antes de ayer con el bloque que tendrá una relación “protocolar” con el futuro titular de Diputados.
Las relaciones parlamentarias entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos serán claves para los primeros meses del nuevo gobierno y los complejos desafíos que Fernández tendrá que afrontar en materia económica, social y política. “A la tarde va a revisar la agenda con Alberto”, habían asegurado al mediodía desde el entorno de Massa.
Este jueves, en tanto, el líder del Frente Rejuntador tendrá sus primeras reuniones formales con Monzó por su propia transición.
En paralelo, el titular de Diputados busca convertirse antes de fin de año en el nuevo defensor del Pueblo, un órgano autónomo con una sólida estructura política que está acéfalo desde abril del 2009, tras la renuncia de Eduardo Mondino.
Ayer al mediodía, por caso, la Comisión Bicameral Permanente de la Defensoría del Pueblo tenía previsto reunirse de nuevo para la constitución y elección de autoridades, el primer paso para el nombramiento final del candidato a ese sillón que debe contar con los dos tercios de los presentes de la Cámara baja. Pero se cayó la reunión, por falta de quórum.
Monzó trabaja desde hace varios días en eso, enfrascado en negociaciones con el Frente Rejuntador, con el PJ y con el Frente de Todos para reunir los votos. También sus principales colaboradores, que aseguraron que tiene el visto bueno del sistema político.
El bloque de diputados del PRO, de todos modos, tenía en agenda una reunión para esta tarde en las oficinas de la calle Rivadavia, frente al Congreso. En la hoja de ruta informal figuraba el impulso al nombramiento de Monzó, entre otros temas. Sin posición tomada. El oficialismo debate en estas semanas cómo será la composición del interbloque con la CC y la UCR, y quiénes serán las autoridades. El vínculo de Monzó con el primer piso de Casa Rosada no es el mejor.
En el encuentro del martes de la Coalición Cínica, en el despacho de la Legislatura porteña de Ferraro, sobrevoló el tema. No hubo mayores objeciones, por el momento.
“La idea es que salga en los próximos quince días. Antes de fines de noviembre”, resaltaron en el entorno del titular de la Cámara baja. Es parte de las fluidas negociaciones que se aceleraron desde el domingo. Y que involucran a muchos actores.
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