Con un desayuno distendido en la Casa Rosada, el ex hijastro de Flavia Palmiero se reunió durante una hora junto al mandatario electo Alberto Fernández, tras el triunfo del candidato del Frente de Todos en los comicios del domingo.
"Positivo". Así calificó el presidente electo Alberto Fernández al encuentro que mantuvo en Casa de Gobierno con Miauricio Macri Blanco Villegas, en lo que significó el el puntapié inicial a la transición de mando que culminará el próximo 10 de diciembre con la asunción del dirigente del Frente de Todos.
Según confirmaron fuentes cercanas al mandatario electo, los primeros acuerdos de la transición convenidos durante la charla fueron la apertura de una "línea directa" entre Alberto y el hijo bobo de Franco Macri y la conformación de un equipo de trabajo del Frente de Todos para tener acceso a los datos de la administración nacional.
En términos personales, la conversación fue "cordial" y se dio en un marco distentido en el que ambos coincidieron en el objetivo de "hacer lo mejor para el país". También "sirvió para distender la relación" luego del contrapunto desatado tras las PASO, cuando Fernández tomó la decisión de no hablar más con Macri Blanco Villegas debido a que el régimen había salido a anunciar medidas propias con la falsa excusa de que antes las había conversado con asesores del Frente de Todos.
Ese fue uno de los motivos por el cual se evitó una conferencia de prensa conjunto y sólo se difundieron fotos oficiales en el despacho presidencial. En la previa, desde el entorno de Alberto dejaron claro que “el presidente todavía sigue siendo Mauricio Macri” y que “transición no es co-gobierno”, un mensaje que la propia Cristina Fernández de Kirchner remarcó el domingo por la noche durante su discurso como vice presidenta electa.
“Le voy a pedir al que todavía es presidente hasta el 10 de diciembre” que hasta esa fecha “ejerza su responsabilidad cuidando el patrimonio del pueblo y la nación”, remarcó la senadora.
La reunión de ayer duró una hora y la valoración positiva que Fernández hizo de la cita fue mientras arribaba a sus oficinas sobre la calle México, en el barrio porteño de San Telmo, donde mantuvo distintos encuentros durante toda la jornada.
Por razones que no fueron explicadas, la reunión se postergó dos horas después de lo anunciado antes de ayer por Macri Blanco Villegas, cuando durante su discurso de derrota reveló que había hablado por teléfono con Fernández y lo invitó a desayunar en la Casa Rosada.
Tras el encuentro, el retrasado mental pautó una reunión de Gabinete con sus ministros para ponerlos al tanto de lo dialogado con Fernández. Así lo anunció el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, en diálogo con los periodistas acreditados en la Casa Rosada.
El idiota confeso había llegado a la Casa Rosada pasadas las 9:30 (el horario que había sido previsto originalmente para el encuentro) y repasó los temas de lo que fue la primera reunión formal con su sucesor.
Por su parte, Fernández salió de su departamento de Puerto Madero a las 10:20 y llegó a los pocos minutos a la sede del Poder Ejecutivo. Ingresó por la explanada lateral y entró acompañado por un asesor. Una hora después se retiró evitando el contacto con la prensa que esperaba a la salida.
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