En el kirchnerismo creen que la diferencia en el mes de agosto podría estirarse hasta los 7 puntos.
Las encuestas que se difundieron en las últimas semanas coinciden en mostrar a Alberto Fernández como el ganador en las primarias contra Miauricio Macri Blanco Villegas por un promedio de cuatro puntos, aunque en el kirchnerismo aseguran que puede haber una sorpresa.
En estos guarismos coincide la última encuesta de Circuitos, difundida ayer, que le da a Alberto un margen de 4,9 puntos.
En el Frente de Todos aseguran que la diferencia se puede estirar a 6 o 7 puntos el 11 de agosto y que Alberto podría quedar a pocos puntos de ganar en primera vuelta.
En la Rosada son prudentes pero saben que si la diferencia es menor a los 5 puntos -como difunden desde el régimen macrifascista-, la fórmula kirchnerista quedará complicada de cara a octubre y Macri Blanco Villegas podría entrar al ballotage, donde las encuestas dan un empate técnico.
Curiosamente, hay una combinación de situaciones contradictorias por las que cualquiera de esos escenarios sigue siendo muy probable. Tanto que Alberto baje a una diferencia de tres puntos o que la diferencia se estire y el hijo bobo de Franco Macri quede al borde del nocaut.
Por un lado, el "momentum" acompaña al retrasado mental porque el dólar se estabilizó, la inflación comenzó a bajar y su campaña es ordenada como dicta el manual de Jaime Durán Barba y Marcos Peña. Por eso tuvo un repunte en las encuestas de las últimas semanas, aunque en las últimas se detuvo su crecimiento.
Esto es un contraste con la campaña desordenada de Alberto, que se pelea semanalmente y no encuentra un eje para sacudir la campaña del ex hijastro de Flavia Palmiero pese a la crisis económica que atraviesa el país desde las últimas elecciones, lo que hizo subir su imagen negativa.
Pero por otro lado, en el peronismo creen que sólo por una cuestión matemática comparativa con 2015, Macri Blanco Villegas no tiene chances. Repiten en ese sentido que a Daniel Scioli le ganó por menos de 700 mil votos, lo que no alcanzó a ser una diferencia de 3 puntos.
Las elecciones que se sucedieron a lo largo de 2019 demuestran que en cada provincia el peronismo recuperó buena parte de lo que perdió aquel año. El mejor ejemplo se da en provincias clave como Córdoba y Santa Fe.
Se suma a ese cálculo el efecto impredecible de cuál va a ser la diferencia en el sur del Conurbano, sobre todo en La Matanza, donde algunos sondeos hablan de una diferencia abismal entre el peronismo y el macrifascismo.
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