El programa surgió para atenuar la crisis de esta industria y, sin embargo, como no hacen una bien, el 75% de los descuentos aplicados fueron a vehículos importados.
En línea con su plan de estimular el consumo de cara a las próximas elecciones primarias, el régimen macrifascista acaba de prorrogar el programa que subsidia a la venta de vehículos para todo el mes de agosto.
La iniciativa nació en acuerdo con las automotrices por la inédita crisis que atraviesa el sector, que en el primer semestre del año registró un retroceso en sus patentamientos del 44% en relación a los primeros seis meses del 2018.
Consiste en un descuento significativo de entre $ 50.000 y $ 90.000 -de acuerdo al valor del automóvil- que es afrontado en parte por las automotrices y principalmente por un aporte estatal de $ 1.000 millones.
Sin embargo, los magros resultados alcanzados durante estos dos meses en los cuales se ejecutó, desataron la crítica de muchos economistas que lo consideran "un parche a medida de las elecciones".
"Parecería que simplemente quieren impulsar el consumo antes de las elecciones, porque es una medida que carece de sentido. Promueve la importación de bienes de media y alta gama que no son necesarios para el país y que tienen un sustituto en la economía nacional. Por lo tanto, genera un problema tanto en términos de distribución del ingreso como en la utilización de divisas", aseguró Martín Kalos, de Epyca Consultora.
Sucede que alrededor del 75% de las ventas reportadas correspondieron a unidades fabricadas fuera de la Argentina, en un escenario de escasez de dólares. Es por eso que el programa tiene un efecto muy limitado en la producción local y consecuentemente en el empleo sectorial.
De acuerdo a las cifras publicadas por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), las ventas de junio mejoraron un 30,6% contra el mes anterior, pero cayeron un 34,1% a nivel interanual. Por su parte, la producción retrocedió tanto en términos intermensuales (-21%) como en relación a junio del 2018 (-39,3%).
De todos modos, desde la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) se mostraron muy satisfechos y destacan que en lo que va de julio el crecimiento contra el mes anterior es del 48%, aunque seguramente también reflejará una importante caída interanual.
Un ejecutivo de una de las fábricas más importantes del país comentó que la medida fue fundamental para evitar un colapso en el sector que provoque una ola de despidos, pero reconoció que esperaban un mayor estímulo a las unidades de origen local respecto a las extranjeras.
"Es un paliativo que no soluciona los problemas de fondo, como el impacto de la caída de los planes de ahorro por el aumento de los precios de los coches tras la devaluación y la falta de crédito por las altas tasas de interés", subrayó el analista de mercados Francisco Uriburu.
"Amortiguó un poco la caída, pero no lo podes mantener de forma indefinida, es injusto para otros sectores. La pregunta es qué pasará cuando se saque este subsidio. Los autos se compran con financiamiento y hoy no existe, las tasas son ridículas", agregó en este sentido el economista Juan Pedro Lezica, de ACM.
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