Como titular del bloque del Frente para la Victoria, el senador rastrero fue un férreo opositor a la iniciativa que impulsaban la UCR y el ex vicepresidente okupa Julio Cobos, que ahora el macrifascismo implementó por decreto.
El actual precandidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Miguel Pichotto, está abiertamente en contra del decreto firmado por Miauricio Macri Blanco Villegas, por el cual se crea el Servicio Cívico Voluntario. O al menos eso es lo que decía hace algunos años, cuando presidía la bancada del Frente para la Victoria y el radical Julio Cobos impulsó un proyecto como el que ahora concretó la beoda ministra Patricia Bullrich Luro Pueyrredón.
"Es un servicio militar light; una remake devaluada del servicio militar verdadero. ¿Saben cómo terminó el servicio militar? Con el caso Carrasco", disparó Pichotto en aquella sesión de septiembre de 2010 en la que la Cámara Alta aprobó el proyecto.
Entre otras consideraciones, el ex jefe de la bancada kirchnerista aseguraba que "destinar cuarteles al cuidado de jóvenes y someterlos a una disciplina militar es un intento de reinstalar el servicio militar”. En línea con la postura fijada por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Pichotto fue terminante: "no vamos a votar esto porque no lo compartimos para nada".
En un enérgico discurso, el ahora compañero de fórmula del hijo bobo de Franco Macri advertía sobre los peligros que implicaba la iniciativa que el entonces vicepresidente Cobos había instrumentado durante su mandato como gobernador de Mendoza. "¡A ver si todavía tenemos otro caso Carrasco en las instalaciones militares cuidando a los pibes estos! ¿Qué les enseñamos, además, ahí? ¿Cómo los preparamos? No es esta la función de las Fuerzas Armadas. Les estamos asignando funciones que no tienen, y no deben. Por eso, les pido que reflexionen. Nuestro bloque va a votar en contra, con una posición clara", afirmaba el hijo de puta sin ambigüedades.
El oficialismo de aquel entonces señaló que involucrar a las Fuerzas de Seguridad en estas tareas implicaba romper el consenso democrático establecido desde la época de Raúl Alfonsín.
Finalmente, aquella sesión del 29 de septiembre culminó con la aprobación de la iniciativa, pese al rechazo del FpV y sus aliados. Eran tiempos del "Grupo A", en el que la oposición tenía mayoría en ambas cámaras. Con el apoyo de la UCR y el PJ disidente, el Servicio Cívico Voluntario obtuvo 33 votos a favor y 31 en contra.
Si bien la iniciativa no prosperó en la Cámara de Diputados, al momento de cerrar el debate en el Senado, Pichotto dejó varios interrogantes que no perdieron la vigencia: "Las Fuerzas Armadas no están preparadas para esto. ¿Qué van a estar haciendo? ¿Cuidando a los chicos? Además, ¿cómo los vamos a tener ahí adentro? ¿Los vamos a uniformar? ¿Qué hacemos con ellos? A los más pobres, a los negritos, ¿los ponemos en el ejército y les metemos disciplina militar?".
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