"Viene del sector del peronismo", dijo para intentar deslegitimar sus denuncias públicas sobre la "deplorable" situación de Inodoro Py donde existen "causas armadas artificialmente".
La embestida de la alianza de derecha Cambiemos contra los jueces que no responden a sus intereses sumó un nuevo capítulo. Luego de ir el martes personalmente a Mar del Plata para pedir el apartamiento del juez Alejo Ramos Padilla, el ministro de Justicia, Germán Garavano, apuntó ahora contra el presidente de la Suprema Corte bonaerense, Eduardo De Lázzari.
"Es una afirmación al menos temeraria. Además dijo que eso se estaba replicando en la provincia, con lo cual sería bueno que el presidente explique los alcances de los casos", reclamó el sorete, luego de que el magistrado revelara que la situación de la justicia federal es "deplorable" y que hay "causas armadas artificialmente".
El patético e impresentable ministro de Justicia se sumó al coro de voces macrifascistas que rechazaron las críticas del presidente del máximo tribunal bonaerense. "Lamentablemente es una declaración política", señaló Garavano, desnudando su concepción negativa sobre la política.
En declaraciones radiales, el sorete mal cagado atribuyó los cuestionamientos del juez a su supuesto origen partidario. "Yo no lo quiero encorsetar en un sector político", se excusó el ministro pero al mismo tiempo afirmó que cree que el magistrado "viene del sector del peronismo".
Al participar de una jornada de la Red de Jueces penales de la provincia, De Lázzari había afirmado que actualmente existen "causas armadas artificialmente, abusos de testigos de identidad reservada, arrepentidos, tráfico de escuchas y manejo de espías". Según el juez, se advierten "factores de presión que inducen fomentados y fogoneado por ciertos medios a dictar condenas mediáticas".
Esas declaraciones fueron respaldadas por otros sectores del Poder Judicial como la Asociación Nacional de jueces laborales y el por titular de la Asociación de Magistrados de La Plata, Víctor Violini, juez de Casación provincial. "No queremos que la justicia de la provincia de Buenos Aires se convierta en otro Comodoro Py", sentenció Violini.
Según Garavano, lo que "debiera hacer el presidente de la Corte, si tiene conocimiento de hechos de esas características, es denunciarlo, presentarse en la fiscalía y hacer la denuncia correspondiente".
"Es una declaración política, De Lázzari es una persona que proviene de la política", insistió el ministro y agregó que "es una pena porque la Justicia en la provincia esta haciendo avances significativos para separar a jueces y a fiscales sospechados de corrupción".
Para concluir, el hijo de puta sostuvo que conoce a De Lázzari y están trabajando en "varios proyectos" porque sus manifestaciones "fueron profundamente desilusionantes e inadecuadas".
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