sábado, 20 de julio de 2019

España: Sánchez rompe con Iglesias y queda al borde de un nuevo llamado a elecciones

El socialista vetó al líder de Podemos como vice y lo cuestionó en duros términos. Un gobierno de coalición sin Iglesias, la única alternativa.


A una semana de la investidura presidencial, la política de España está al rojo vivo. 

La posibilidad de un acuerdo entre el Partido Socialista y Podemos quedó muy debilitada luego de que Pedro Sánchez vetara públicamente la posibilidad de que Pablo Sánchez se integre al gobierno como vicepresidente, lo que lo pone al borde un nuevo llamado a elecciones.

En cambio, el presidente del Gobierno español sí aceptó por primera la formación de un gobierno de coalición con la formación izquierdista, aunque con la condición de que Iglesias no sea parte. En una entrevista con La Sexta, Sánchez se refirió en muy duros términos a hasta ahora socio, sobre quien puso en duda que defienda la democracia.

El líder socialista definió a Iglesias como "un escollo" para el acuerdo ya que en todo momento de la negociación exigió integrar el futuro gobierno. Sánchez dijo que no lo aceptará porque tiene enormes diferencias y le apuntó por su defensa de los independentistas catalanes. "Iglesias habla de presos políticos y yo necesito un vicepresidente que defienda la democracia española, que defienda que España es un Estado de derecho, social y democrático", fustigó.

En la previa, el socialista se había mostrado furioso con Iglesias por haber llamado a una consulta a las bases de Podemos para que voten si quieren que su líder integre un hipotético gobierno de coalición. El 70 por ciento lo apoyó, aunque Sánchez ya lo había considerado una manera de romper la negociación. "Iglesias está usando esta consulta trucada para justificar el No a mi investidura, coincidiendo con la ultraderecha", ironizó.

Los dichos de Sánchez generaron una fuerte reacción de Podemos. "Hoy el presidente del Gobierno ha llegado a decir que Pablo Iglesias no defiende la democracia; no todo vale, y menos entre fuerzas políticas que aspiran a gobernar juntas y, por tanto, a respetarse y entenderse. Sánchez debe rectificar", le exigió Irene Montero, la esposa del dirigente y portavoz de la formación. 

Si bien las palabras del socialista implican una ruptura en los hechos con el líder izquierdista, al mismo tiempo planteó claramente su última oferta: un gobierno de coalición sin Iglesias. Se trata de la primera vez, casi tres meses después de las elecciones del 26 de abril, que lo pone sobre la mesa. 


El presidente también aclaró que "no habrá ninguna oferta más" para Podemos y que cualquier formulación posterior "no pasará ya más por una coalición". Sánchez reveló que Iglesias le pidió una vicepresidencia del Gobierno y controlar cinco áreas temáticas o departamentos en un hipotético Gabinete de coalición.

"El presidente se ha movido. Una vez más ha hecho una oferta a Unidas Podemos para un Gobierno de coalición. Pedían un Gobierno de coalición y tienen una oferta de un Gobierno de coalición", insistió ayer la ministra portavoz del gobierno, Isabel Celaá. Incluso, la portavoz del PSOE en el Congreso dijo que Irene Montero sería aceptada en el gabiente. 

Todos estos cruces de declaraciones se dan en medio de reuniones urgentes para lograr un acuerdo. Es que el proceso de investidura comenzará la semana próxima en el Congreso de los Diputados. El lunes será el discurso de Sánchez, y un día después tendrá lugar la primera votación. Si el candidato no obtiene mayoría absoluta, habrá una segunda votación el jueves 25 en la que le bastaría tener una mayoría simple.

El PSOE ganó las elecciones de abril con 123 diputados, pero lejos de la mayoría absoluta (176), por lo que necesita el apoyo de UP (42 legisladores) y de otros partidos menores para refrendar a Sánchez. Entre estos últimos están los independentistas catalanes, que ya rechazaron darle su voto al socialista, y otras fuerzas regionales que exigen que haya un acuerdo con Podemos para dar su voto.

En caso de que la investidura de Sánchez no tenga éxito la semana próxima, habría que ver si el rey lo propone de nuevo para un nuevo intento en septiembre, con la perspectiva en el peor de los casos de una repetición de las elecciones en noviembre. "Si el PSOE está dispuesto a llevar a una repetición electoral a los españoles porque las encuestas dicen que les va a ir bien, que lo expliquen. Si hacen eso, la gente se enfadará", afirmó Iglesias. "Me atrevo a hacer una predicción, creo que si Pedro Sánchez obliga a los españoles a votar otra vez, no será presidente de España nunca", agregó. También el número dos del PSOE rechazó volver a ir a las urnas.

Podemos ya vetó en marzo de 2016 a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, cuando la coalición izquierdista votó en su contra en el Congreso -sin optar por la abstención- y con ello permitió que el conservador Mariano Rajoy continuara al frente del Ejecutivo.

La tensión entre Podemos y el PSOE quedó en evidencia en la formación del gobierno de la región de La Rioja. En las elecciones regionales de mayo, los socialistas fueron los más votados allí y quedaron cerca de la mayoría, pero la única diputada regional de Podemos votó en contra y bloqueó la investidura de Concha Andreu, luego de que ésta no aceptara integrar a su gobierno a dirigentes de la formación izquierdista. 

La jugada fue considerada casi una traición por Sánchez. "Me parece durísimo porque son 24 años de gobierno del PP y lo único que se le está pidiendo a la diputada de Unidas Podemos es que, al menos, facilite ese cambio", declaró el socialista y lo puso como ejemplo de la falta de confianza con Iglesias, factor que considera un impedimento para incorporarlo a su gobierno.

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