Los datos de marzo revierten la tímida mejora del primer bimestre que hacía ilusionar al régimen macrifascista.
Una vez más, la economía volvió a dejar en offside a las optimistas proyecciones del gobierno. Tras un primer bimestre con un tímido crecimiento intermensual que hacía ilusionar a las autoridades con "el comienzo de la recuperación económica", los primeros datos de marzo confirman el regreso al sendero recesivo.
Según lo reportado por el INDEC, la producción manufacturera se contrajo un 4,3% en términos desestacionalizados en relación al mes anterior, poniendo fin a dos meses de subas consecutivas. Exactamente lo mismo sucedió en la actividad de la construcción, que tuvo un descenso intermensual del 3,5% que se contrapone al incremento del 8,5% registrado en febrero.
Las caídas no son una novedad para ninguna de las dos ramas que desde mediados del 2018 vienen mostrando una clara tendencia recesiva que acumula once y siete meses de bajas interanuales consecutivas, respectivamente.
Sin embargo, en una curiosa interpretación, a principio de este año el régimen comenzó a hacer énfasis en el análisis de la evolución de los indicadores frente al mes previo y no contra el mismo período del año anterior, como suele hacerse.
La idea era demostrar que a pesar de que todavía se mantenían menores niveles de actividad que en 2018, la recesión había "tocado piso", dando paso a un cambio de tendencia que se reflejaba en esta mejora contra los meses previos.
El problema es que para llegar a semejante conclusión se tomaron no casualmente dos meses atípicos donde se produjo un "veranito financiero" a nivel mundial que originó una inusual calma cambiaria en la Argentina, junto a una fuerte baja de las tasas de interés, las cuales llegaron a tocar el 43%.
Como es sabido, en los meses subsiguientes se dio un giro de 180 grados, lo que trajo aparejado un salto del dólar del 23,6% y tasas que perforaron el 74%, el mayor nivel desde la crisis del 2002.
El impacto, que lo descontaban tanto la Universidad Di Tella como la economista Marina Dal Poggetto, empieza a reflejarse en las primeras cifras oficiales y se prevé que se propague no solo al resto de los indicadores, sino también a los informes de los próximos meses.
En el caso de la industria, la baja llegó al 13,4% frente a marzo del 2018 y acumula una caída del 11,1% en lo que va del año. Los datos más preocupantes se vieron en "otros equipos de transporte" (-53,6%), "otros equipos, aparatos e instrumentos" (-31,6%), "vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes" (-30,2%), "muebles y colchones, y otras industrias manufactureras" (-27,8%) y "maquinaria y equipo" (-26,8%).
Por el lado de la construcción, la merma alcanzó el 12,3% en marzo, mientras que en el conjunto del primer trimestre totalizó un 11,3%. Aquí, entre los insumos más castigados, se destacaron "pisos y revestimientos cerámicos" (-34,2%), "asfalto" (-29,5%), "artículos sanitarios de cerámica" (-23,4%) y "ladrillos huecos" (-20,1%).
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