En consonancia con los datos del observatorio de la UCA, que el martes pasado había anticipado un evidente deterioro de los índices sociales, el organismo oficial no tuvo más remedio que reconocer el fracaso de las política económica vigente.
Los números del primer semestre de 2018, que también había comunicado el INDEC en septiembre pasado, tampoco eran alentadores: de acuerdo con el organismo oficial, en los primeros seis meses del año pasado el 27,3 por ciento de la población se encontraba en la pobreza y el 4,9 por ciento en la indigencia. La cifra representaba una suba de 1,6 puntos frente al segundo semestre de 2017.
La medición oficial del segundo semestre de 2017 establecía que en el país había casi diez millones y medio de pobres (10,4 millones) y 1,9 millones de indigentes.
Si se incorporaban los sectores rurales, la pobreza trepaba a 13,3 millones de personas. En ese momento la pobreza había registrado una baja de 2,9 puntos, al retroceder del 28,6 por ciento hasta el 25,7, cifras que ya fueron ampliamente superadas.
El salto de 4,5 puntos en el año se explica como consecuencia de la corrida cambiaria y el ajuste desplegado para intentar controlarla. De acuerdo con la UCA, hay 12.700.000 pobres, lo que representa más de 1.900.000 nuevos pobres en doce meses.rumbo".
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