El rubro de la indumentaria es uno de los más golpeados por la constante caída mercado interno provocada por las políticas económicas de Miauricio Macri Blanco Villegas.
La industria textil está envuelta en una realidad preocupante. Desde finales de 2015 cerraron una 300 empresas y se concretaron 8.000 despidos. "Además, hemos tenido 2.000 suspendidos", indicó Hugo Benítez, secretario General de la Asociación Obrera Textil.
Asimismo, hay cada vez más marcas que tienen que pedir su concurso de acreedores a raíz de sus inconvenientes financieros.
El último caso es el de la firma de indumentaria femenina Ayres, que se suma a otras como Ay Not Dead, Wanama y Cook y Legacy.
El rubro de indumentaria es uno de los más golpeados en el mercado interno: las ventas de febrero disminuyeron 13,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos de CAME.
El financiamiento de las empresas del sector continúa siendo uno de los principales problemas: la tasa de interés para adelantos de cuenta corriente se ubicó en 52,3% anual en febrero.
Pese a la fuerte devaluación del peso del año pasado, las importaciones de ropa cerraron 2018 con U$S 509,6 millones, 9,9% más que en 2017. Mientras que las exportaciones de ropa argentina fueron de U$S 21,3 millones durante todo el año pasado, un 34,9% menos que en 2017.
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