Luego de exponerlo con el fallo de los jubilados, Lorenzetti, Rosatti y Maqueda sacaron una acordada que le quita la facultad de nombrar personal.
Los ministros de la Corte Suprema terminaron de demoler la escasa autoridad que le quedaba a Carlos Rosenkrantz, con una inédita resolución que le impide nombrar personal sin el apoyo de al menos dos miembros del tribunal. La decisión se tomó mediante una acordada votada inmediatamente después de aprobar el fallo de las jubilaciones, que lo dejó votando en la más absoluta soledad.
Fue un mensaje a Macri Blanco Villegas, en el que Rosenkratz -que ya no disimula su alineamiento total con la Casa Rosada,- fue usado como tablero para graficar el desagrado con el ex hijastro de Flavia Palmiero, que muy mal asesorado por Fabián "Pepin" Rodríguez Simón, creyó que con la coronación de este abogado corporativo en la presidencia del máximo tribunal se aseguraba la sumisión de la Corte a los intereses del régimen.
La tríada conformada por los jueces Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, firmó la acordada para quitarle a Rosenkrantz la potestad para contratar personal. Antes de eso, estos mismos tres jueces más Ricardo Lorenzetti habían firmado el fallo que rechaza el ajuste de las jubilaciones de la ANSeS, en una doble jugada: por una lado mostrarle los dientes a la Casa Rosada y por el otro ponerle reflectores al oficialismo de Rosenkratz que fue el único que votó en contra. Es decir, el patético presidente de la Corte ni siquiera tuvo los reflejos de evitarse ese bochorno.
Desde hacía 57 años la contratación de personal de la Corte era una atribución del presidente del tribunal. A partir de hoy, la contratación de empleados dependerá de la mayoría (3 miembros) que Rosenkrantz no sólo no consigue reunir sino que no puede evitar que junten Lorenzetti, Rosatti y Maqueda.
En ese contexto, más temprano, Rosenkrantz quedó nuevamente en soledad en un fallo que el Gobierno quería evitar a toda costa: el fallo a favor de los jubilados y contra la ANSeS que sumaría un gasto de 70 mil millones. El presidente de la Corte fue el único de los cinco ministros que votó en disidencia en ese fallo y quedó expuesto una vez más como el juez que cumple órdenes de la Rosada.
Por esa razón se ganó la enemistad de su predecesor Lorenzetti y de Rosatti y Maqueda, que lo habían dejado expuesto en otras votaciones sensibles como la del fallo en contra del 2x1 a represores. Incluso en esa votación el presidente de la Corte no había conseguido alinear a Elena Highton de Nolasco, su única aliada en el Máximo Tribunal. La posición de debilidad en la que quedó el presidente del tribunal alimentaron versiones de su renuncia, que recorrieron los pasillos del Congreso luego de la acordada de hoy. Sin embargo, en la Corte aseguraron que no va a renunciar ningún juez.
Las movidas a fondo de Rosenkrantz tienen un ideólogo en la Rosada: Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, uno de los máximos asesores de Miauricio Macri Blanco Villegas que integra la mesa judicial del régimen.
"Pepín" es quien le sugiere al presidente de la Corte que enfrente a la tríada, para lo que cuenta con el respaldo del Ejecutivo. Esa estrategia feroz ya partió a la mesa judicial, que no comparte esta visión con Rodríguez Simón.
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