Hay 260 mil unidades en depósitos. Con la demanda actual, el mercado de 2019 sería de 550 mil. Proyectando la demanda de los últimos meses, los peores del año, fabricantes, importadores y concesionarias tienen la cantidad de 0 km necesaria para comercializar hasta junio próximo.
Desde la fuerte devaluación del peso que se produjo a fines de abril, el sector automotor entró en crisis.
Después de un comienzo de año con récord de actividad, las ventas se derrumbaron y, en noviembre, los patentamientos de 0 km cayeron 45%; en lo que va de diciembre, muestran una baja del orden del 37%.
Este cambio abrupto del mercado -que doce meses atrás se perfilaba para llegar al millón de unidades y cerrará en 800.000 vehículos- provocó un inédito crecimiento de los stocks debido a que la producción y las importaciones estaban calculadas para un mercado floreciente.
Según estiman en el sector, entre los fabricantes, las concesionarias y los importadores, hay unas 240.000 unidades a la espera de compradores. El dato corresponde al 30 de noviembre y así se lo hicieron saber al ministro de Producción, Dante Sica. Pero la situación es aún peor ya que este número surge de los autos producidos o nacionalizados. No tiene en cuenta los que están en los depósitos fiscales portuarios para ser ingresados al país previo el pago de impuestos. Fuentes empresariales revelaron que en esa situación podría haber unos 20.000 0 km como piso. Así, el número global rondaría los 260.000 vehículos.
En meses buenos de ventas -unas 70.000 unidades promedio- ese volumen representaría un stock de cuatro meses, pero teniendo en cuenta el nivel actual de actividad, la situación empeora. Para 2019, las empresas del sector estiman que el mercado se ubicará por debajo de 600.000 unidades. Los más optimistas creen que se puede superar (son los que imaginan un segundo semestre en crecimiento), pero hay estimaciones más pesimistas que calculan incluso que se puede acercar a 500.000, sobre la base de la proyección de los últimos tres meses.
Tomando el valor razonable de 550.000 autos, el stock actual de 0 km en los depósitos puede alcanzar, prácticamente, para seis meses como mínimo (lo normal es que hay un mes de stock en concesionarias y otro mes en fábricas). Es decir, que hay medio año de ventas en los depósitos, por lo que no se necesitaría producir ni importar ningún 0 km hasta esa fecha. Es cierto que puede suceder que, según el gusto de los consumidores, falten determinados modelos y sobren otros, pero tomando la cantidad de 0 km, el mercado está abastecido hasta después de junio próximo.
Esta sobreoferta de autos tiene claras consecuencia. Hay varias terminales que tienen su personal suspendido por la menor actividad. Sólo la demanda desde Brasil de autos argentinos justifica mantener la producción. El otro efecto es que las los fabricantes, importadores y concesionarias estén ofreciendo importantes bonificaciones para reducir los stocks.
Si bien esta política se lleva a cabo desde comienzos de año, al seguir cayendo la demanda, el tiempo de cobertura de los stocks fue creciendo. Para diciembre se espera patentar poco más de 29.000 unidades, pero este es un mes atípico ya que los compradores esperan a enero para registrar sus 0 km y sacarlo como modelo del año siguiente. El otro dato negativo es el costo financiero por tener ese capital inmovilizado que es más de 60%.
Muchas concesionarias tuvieron que reducir sus estructuras a través de despidos y cerrando puntos de ventas. Hay casos en los que están vendiendo autos a pérdida (por debajo del valor de reposición) para poder pagar los costos fijos.
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