jueves, 14 de junio de 2018

Las dos plazas del Aborto, crónica de un día histórico

La Plaza del Congreso y las calles se llenaron de pañuelos verdes, mientras los antiabortistas hicieron una ecografía en vivo.


La Plaza del Congreso amaneció ayer partida en dos, con unas vallas azules que dividían al colectivo que apoya al aborto legal de quienes se oponen. Mientras ambos grupos seguían la sesión desde afuera, los diputados se preparaban para una votación histórica. 

La marea verde se desplegó desde avenida Rivadavia hacia Corrientes y cubrió desde temprano toda la zona. A primeras horas de la tarde, el contraste con el lado de avenida Belgrano era notable: esas calles estaban desiertas. Sin embargo, pasadas las 18 también comenzaron a cargarse de gente con banderas argentinas, pañuelos celestes e inflables rosas, el color que identifica a quienes se oponen a la aprobación de la ley. 

"Harta de llevarme a las niñas", decía una bandera con un dibujo de la parca, en defensa de los derechos de las mujeres que mueren a causa de abortos clandestinos. En ese colectivo, además de gran cantidad de chicos y chicas nucleados en centros de estudiantes, había autoconvocados y muchas banderas de agrupaciones de izquierda, como el Partido Obrero, MST y PTS -entre otros-, así como también de Nuevo Encuentro y otros sectores del kirchnerismo. 

En una de las carpas de la la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito se podía ver la transmisión en vivo de la sesión, mientras que en otra se daban charlas sobre educación sexual.





La Plaza quedó semivacía en la intersección de ambos bandos. En esa grieta, justo al costado del vallado donde todavía deambulaban algunos pañuelos verdes con miradas acusatorias a los recién llegados, el clima se tensaba mientras las calles se volvían celestes y rosas. 

Con carteles de "No me mates" pegados en los gorros y abrigos, enfundados banderas argentinas, instalaron su propia carpa quienes se manifestaban "en defensa de la vida". El lugar estaba colmado de banderas de "Salvemos las dos vidas" y la ONG "Marcha por la Vida" repartía flyers para generar conciencia sobre los "derechos del niño por nacer".

En una pantalla gigante instalada sobre Avenida Entre Ríos se pasó un video instructivo en el que se contaron las historias de vida de mujeres que decidieron no abortar.

"Cuando nació no sabíamos qué hacer con él y ahora no sabemos qué hacer sin el", decían los padres de un chico con síndrome de down, abrazados a su hijo. 

Es que -como asegurarían luego los organizadores de la campaña antiabortista sobre el escenario que montaron en Entre Ríos y Moreno- la despenalización causaría la "desaparición sistemática" de personas con capacidades diferentes.

En ese mismo video se hablaba también del "síndrome post-aborto" y los supuestos síntomas, entre los que se mencionaba una "depresión severa" que podría conducir al suicidio. Además, advertía que "si se aprueba, tu hija de 13 años podría abortar sin que lo sepas" y que "van a poder abortar hasta los 9 meses". También hablaba de una estrategia de "las feministas" para aprobar la ley y enumeraba los nombres de las actrices, periodistas y políticos que se manifestaron a favor.

El acto del escenario lo condujeron dos miembros de la campaña "Salvemos las dos vidas", hasta que apareció la periodista Viviana Canosa, que estuvo encargada de conducir el momento en que subió una mujer al escenario y le hicieron una ecografía en vivo. "Diputados, escuchen los latidos del corazón, acá hay pulsión de vida", festejaba ante el estallido de su multitud. 

"Se siente, se siente, la voz del inocente", cantaban los opositores mientras que, del otro lado de la Plaza, la ola verde retrucaba "si no hay aborto legal, qué quilombo se va a armar".

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