La legisladora oficialista, ausente durante toda la sesión, pidió la palabra tras la media sanción para decir que si no habló fue para "preservar a Cambiemos". Luego, mientras Lipovetzky repasaba el articulado el particular se la escuchó gritar “¡que le quede claro a todo Cambiemos, la próxima rompemos!”.
La desquiciada diputada Elisa Carrió no para de regalar escenas y declaraciones para la posteridad. Tras la obtención de la media sanción del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que como había anticipado votó de manera negativa, y tras estar ausente durante toda la sesión, pidió la palabra para decir que si no había participado era para "preservar a Cambiemos".
Sin embargo, parece que a sus palabras se las lleva el viento. Minutos después mientras el titular de la comisión de Legislación General, Daniel lipovetzky, cabecera del debate en comisiones del proyecto leía las modificaciones en particular, se la escuchó gritar desde su banca "¡que le quede claro a todo Cambiemos, la próxima rompemos!”.
Antes de la votación, Carrió había afirmado que el debate del proyecto sobre la legalización del aborto "no es histórico" sino que "es trivial". Dijo que sabe que hay mujeres que mueren por procedimientos de interrupción mal hechos pero insistió con que “mi voto es no, siempre fue no”.
Además la paciente psiquiátrica ambulatoria menospreció a la movilización callejera a favor del proyecto al calificarla como "indigenismo urbanista".
Carrió dijo que no escuchó los testimonios de la comisión que trató el tema y cuando le preguntaron si estaba al tanto de que hay mujeres que mueren por abortos contestó con un seco “lo sé”.
“Cuando votemos el Código Penal lo voy a resolver”, agregó. “Acá todo el mundo sabe mucho periodistas, políticos, actores… pídanle a ellos porque yo después de haber estudiado 40 años no sé”, agregó.
Además aseguró que “si la mujer es propietaria de su cuerpo entonces hombres y mujeres pueden vender partes de su cuerpos”.
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