Según el último sondeo del CEOP, la imagen del ex hijastro de Flavia Palmiero se ve seriamente deteriorada. Además, el 74% se opone al acuerdo con el FMI.
El 66,8% de los argentinos evalúa como negativa la gestión de Mugreizio Macri Blanco Villegas, mientras que apenas el 32,8% lo hace de manera positiva. Así lo indican los resultados de una encuesta que publicó ayer el diario Página/12.
El sondeo, realizado para ese medio por la consultora Centro de Estudios y Opinión Pública (CEOP) sobre 1200 casos en todo el país, apunta también a conocer la opinión de la población en temas específicos.
Por ejemplo, una de las preguntas está relacionada con el acuerdo que recientemente anunció la Argentina para obtener un préstamo de U$S 50.000 millones con el FMI.
En ese punto, los número tampoco son favorables al régimen macrifascista, ya que el 74,1% de los consultados evalúa como perjudicial la vuelta del país al FMI, y solo el 20,7% la califica como beneficiosa.
Otro tema delicado son los desmedidos aumentos de tarifas en los servicios públicos. Según los resultados revelados ayer, el 64,5% de la gente no le cree al oficialismo cuando alega que los tarifazos eran la única salida posible para el tema energético. En tanto, un 34,5% sí acepta el discurso del macrifascismo.
La evaluación de los argentinos sobre la situación económica también representa un duro golpe para la actual administración. Un 74,9% de las respuestas fueron negativas, con un 24,8% de opiniones positivas.
La encuesta del CEOP también avanzó sobre un eventual escenario electoral para el año próximo. El 31,5% estaría dispuesto hoy por hoy a apoyar una opción macrifascista si los comicios presidenciales fueran hoy, mientras que un 47,8% se inclinaría por una alternativa opositora.
La buena noticia para el oficialismo en ese aspecto es que los opositores se encuentran muy divididos, y ese 47,8% no se define por la misma opción. La mala: dos de cada diez votantes que optaron por Macri Blanco Villegas en 2015 ya no volvería a hacerlo, a la vez que otros dos serían muy difíciles de recuperar, salvo que la economía diera un marcado giro positivo.
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