El Ministerio de Trabajo informó que en el mes de marzo se destruyeron 14.000 puestos de trabajo registrados en relación al mes anterior, acumulando de esta forma una caída de 66.600 vacantes durante el primer trimestre en relación a diciembre del 2017. Asimismo, advirtió que sin reforma laboral el empleo va a estancarse.
En comparación con igual mes del año anterior, marzo marcó un crecimiento del 1,5% al registrar 187.800 nuevos empleos. Este comportamiento evidencia un dinamismo del mercado de trabajo entre mayo y diciembre del 2017 -donde alcanzó su pico de crecimiento interanual (2,2%)- y a partir de entonces se percibe una paulatina desaceleración hasta los números actuales que indican fuertes pérdidas de empleo durante tres meses consecutivos.
Así, la brecha entre la evolución interanual del trabajo formal y la variación de la Población Económicamente Activa (1,2%) continúa reduciéndose. Si esta tendencia se mantiene, muy pronto la generación de vacantes laborales no alcanzará para satisfacer la nueva demanda de la población incorporada al mercado de trabajo.
La información fue suministrada por la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales de la cartera de Trabajo, que relacionó esta caída a una cuestión estacional y a "una fuerte desaceleración del monotributo".
Es que, a diferencia de lo que venía ocurriendo hasta este mes, la categorías de monotributo, casas particulares, autónomos y sector público pasaron de ser las modalidades líderes a presentar caídas generalizadas. Como contraparte, se destaca una variación intermensual de 17.400 vacantes del sector asalariado privado (0,3%), dato muy celebrado por el ministerio que afirmó que "el hecho de que el sector asalariado pase a ser el motor de crecimiento es sinónimo de una mayor calidad de empleo".
En la medida en que se vaya retrasando la discusión de nuevas normativas laborales, el empleo no se acelerará, advirtió el Director Nacional de Estadísticas y Estudios.
Dentro de este sector, la rama con mayores puestos laborales creados fue la enseñanza (14.100), seguido de la construcción (5.700), que a pesar de mantenerse entre las industrias líderes, ya no muestra el dinamismo de antes y esto tenderá a profundizarse a partir de los ajustes anunciados en la obra pública.
Las provincias que presentaron mayor variación dentro de los trabajos asalariados privados fueron Santiago del Estero (9,2%), Neuquén (7,9%) y Tierra del Fuego (5,4%). En contraposición, las mayores caídas interanuales se observan en La Rioja (-10,5%), Santa Cruz (-3,5%) y Catamarca (-3,3%). El salario medio acumulado de los últimos 12 meses subió un 27,1% y un 2,5% en términos reales con respecto a los 12 meses anteriores.
El Director Nacional de Estadísticas y Estudios José Anchorena, volvió a remarcar la importancia de la sanción de la reforma laboral y advirtió que "en la medida en que se vaya retrasando la discusión de nuevas normativas laborales, el empleo no se acelerará". El funcionario puso como ejemplo la aprobación de la nueva ley de ART que "permitió que caiga la litigiosidad y eso permite trazar un mejor panorama". Casi como un reto al bloque de legisladores de su propio régimen, Anchorena pidió terminar "con las distracciones en el Congreso y avanzar en mejorar la contratación rápida y con una ley de empleo joven como tienen todos los países del mundo".
A su vez, manifestó incertidumbre en cuanto al impacto de la "turbulencia cambiaria" en el mercado de trabajo y reconoció que las menores estimaciones de crecimiento del PBI también provocarán un menor dinamismo ocupacional, sobretodo en el sector informal.
Expectativas empresarias
La encuesta de indicadores laborales que releva 3216 empresas entre doce centros urbanos, indicó que en el mes de abril la expectativa neta de empleo fue del 4,8%, evidenciando una caída del 40% en relación a los números del último trimestre del 2017. Este dato marca que el 85,7% de los empresarios encuestados manifestó que mantendrá su dotación laboral, un 4,8% la disminuirá y un 9,6% piensa aumentarla.
Este relevamiento va en línea con el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que indicó que el 84% de los empresarios evaluó que no es un buen momento para invertir, especialmente cuando el 23% de las pymes cree que en los próximos meses la actividad podría continuar cayendo.
Los tres motivos que determinan esta coyuntura menos favorable según esta entidad son: el deterioro de la cadena de pagos, la suba de los costos financieros y un menor porcentaje del total de las empresas que tuvieron un mayor nivel de actividad.
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