jueves, 31 de mayo de 2018

El impacto negativo de la corrida en los principales sectores productivos

La fuerte suba del dólar y el anuncio de un mayor ajuste fiscal se sentirán en todas las ramas de actividad, evalúa la consultora Radar. Las industrias textil y de alimentos serán las más castigadas, pero también alcanzarán a la construcción y al sector automotor.


Las consecuencias económicas de la devaluación no se agotan en el traslado a precios ni el impacto sobre la capacidad de compra de los salarios. La corrida cambiaria y el ajuste fiscal anunciado por el régimen fascista de la alianza de derecha Cambiemos se sentirán en todas las ramas de actividad. 

Un reporte elaborado por Radar Consultora advierte que el tembladeral financiero experimentado por Argentina profundizará la contracción registrada en los sectores que arrastraban una tendencia negativa como las industrias textiles y alimenticias, pero además golpeará en aquellos que impulsaban el anémico crecimiento en 2017 como la construcción. Obra pública, los proyectos de participación público privada y los créditos UVA, los tres factores que motorizaban a ese sector, están en riesgo después de la corrida que ya le costó al Banco Central más de 10.000 millones de dólares y un salto mensual del 25 por ciento en la cotización del dólar.

El primer impacto fue anticipado por el propio régimen macrifascista para quien el recorte del gasto público recaerá principalmente sobre la obra pública. Un elemento adicional que prevé Radar Consultora es el efecto de la incertidumbre financiera sobre las ofertas presentadas para los proyectos viales a realizarse a través del esquema de participación público privada. “La reciente licitación de corredores viales tuvo buenos resultados, pero las propuestas económicas se realizaron previo a la corrida cambiaria. Es posible que el nuevo escenario complique avanzar con la velocidad esperada y postergue algunas obras”, indica el estudio que también señala el impacto negativo de la corrida sobre la construcción privada. En ese sector los créditos hipotecarios indexados impulsaron con fuerza el crecimiento pero “el aumento de las tasas de interés de los últimos meses, sumados a la inestabilidad cambiaria que redujeron el poder adquisitivo de los préstamos, podrían reducir su dinamismo”.

De validarse el escenario, impactará negativamente en sectores que crecían de la mano de la construcción como la producción de cemento y asfalto. “La construcción venía siendo uno de los principales motores del empleo, de hecho, explicó casi el 50 por ciento de los nuevos asalariados registrados entre febrero de 2017 y febrero de 2018. Por lo tanto, el posible enfriamiento de esta actividad tendría un impacto sensible en el mercado laboral”, sostiene el reporte de la firma que dirige la economista Paula Español.

Las advertencias exceden a Radar Consultora. Desde la Cámara Argentina del Acero señalaron recientemente que ya se observan señales de debilitamiento en la demanda. “Durante los próximos meses es posible observar cierta desaceleración, sobre todo por el menor dinamismo de la obra pública, principal motor de la actividad, y la maquinaria agrícola”, advierte el informe al referirse al sector siderúrgico que crecía de la mano del impulso rubros como maquinaria agrícola y la industria automotriz que ya funcionaban con el freno de mano. El primero afectado por la sequía, el segundo por la nueva desaceleración en Brasil. “El futuro de la industria automotriz está atado al desempeño del mercado brasileño. El recorte de las proyecciones de crecimiento económico en el país vecino son una mala noticia. De hecho, algunas plantas comenzaron a recibir suspensiones de pedidos, lo que llevó a reducir su producción”, alerta el reporte.

Los “beneficios” de la devaluación ni siquiera están garantizados en materia de turismo. Si bien la suba del tipo de cambio podría alentar la llegada de turistas extranjeros y al mismo tiempo desincentivar el turismo emisivo, desde Radar Consultora advierten que “el 70 por ciento del turismo es interno, por lo que el principal motor de la actividad es la demanda de residentes argentinos”. De acuerdo a sus estimaciones, la potencial mejora sectorial asociada al abaratamiento relativo del turismo local debido al aumento en el tipo de cambio “no llega a compensar el impacto negativo de la caída del poder adquisitivo, tal como sucedió en 2014 y 2016”.

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