lunes, 28 de mayo de 2018

La interna de los gobernadores detrás de la pulseada por la ley contra los tarifazos

Schiaretti y el marido de Isabel Macedo lideran el polo dialoguista y se enfrentan a Insfrán, Verna y Manzur. El equilibrio del Senado.


El senador Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador de Salta, sorprendió en la última sesión cuando anunció modificaciones al proyecto de reforma al Código Procesal Penal, que ya había sido consensuado por su bloque y la alianza de derecha Cambiemos. "Nos están corriendo el arco", protestó el macrifascista Ernesto Martínez, pero Federico Pinedo, desde la presidencia, lo calmó y aceptó la propuesta de Urtubey, enterado que se trataba de una exigencia de cuatro gobernadores dispuestos a levantar sus senadores.

Los rebeldes eran Gildo Insfrán (Formosa), Carlos Verna (La Pampa), Juan Manzur (Tucumán), Lucía Corpacci (Catamarca) y en menor medida Sergio Uñac (San Juan), furiosos con Urtubey por haber digitado con su hermano una ley de tamaña relevancia.

Harto de las internas, el jefe de bloque Miguel Ángel Pichetto ignoró sus pretensiones, aceptó el pedido de sus pares para firmar el dictamen que venía de Diputados y cuenta los votos para asegurar la mayoría e imponerse a Cambiemos, que sólo puede impedirlo si le parte el bloque, como pretenden desde la Casa Rosada. La interna tuvo su siguiente capítulo la semana pasada, cuando esta vez fueron Urtubey y el cordobés Juan Schiaretti quienes rechazaron la ley contra los tarifazos votadas por sus propios diputados, propusieron limitarla a una reducción de IVA a los servicios, pero chocaron con la bancada peronista del Senado.

Al dúo de gobernadores ultra dialoguistas sólo se suma de a ratos el entrerriano Gustavo Bordet y la fueguina Rosana Bertone, que podrían aportar dos senadores y uno respectivamente, pero no está claro si lo intentarán.

Durante el debate en comisión el rionegrino se movió a la par del entrerriano Pedro Guastavino y ambos presionaron a Rodolfo Urtubey para que al menos firme "en disidencia", junto al catamarqueño Dalmasio Mera (primo del gobernador), el correntino Carlos Espínola y el jujeño Guillermo Snopek. Estos dos últimos, sin gobernadores a cargo, sancionarán la ley el miércoles si no hay una propuesta superadora presentada por Mugrizio Macri Blanco Villegas y consensuada con los mandatarios provinciales.

"El problema es que Urtubey y Schiaretti actúan por su cuenta, no consultan nada y no hay motivo para responderle", repetían algunos senadores peronistas esta semana. De hecho, en la conducción del bloque también apuntan a la Casa Rosada por la errática estrategia. "Si Macri realmente creía que la solución era esta iniciativa de bajar el IVA debería haber convocado a todos los gobernadores a firmar un acuerdo en ese sentido y de ahí bajar línea al Senado", señalaron.

Ajeno a ese pedido, Rogelio Frigerio repite que hay senadores peronistas dispuestos a votar en contra de la ley que limita los tarifazos y confía en frustrarla, pero la interna de los gobernadores le complica la tarea. 

En su despacho ya apuntan varios nombres para llamar este lunes, como el propio Uñac (su hermano es senador) y al chubutense Alfredo Luenzo, siempre atento a ayudar a su gobernador, que tiene las cuentas en rojo.

Cualquiera suma y mucho: sumados, Argentina Federal (gobernadores y PJ), FpV-PJ (kirchnerismo), llegan a 33 y sólo alcanzan el quórum con los dos puntanos y los dos progresistas. 

El sorete de Pichetto confía en sumar al menos uno de los dos misioneros (en diputados se ausentaron de la sesión) y tal vez alguno de los tres santiagueños, pero en la Rosada se los disputan. No sabe si tendrá al turco innombrable, que falta y mucho a las sesiones; pero sí al neuquino Guillermo Pereyra, sindicalista pertrolero y ajeno a las urgencias de su gobernador, Omar Gutiérrez. 

Su decisión de cerrarse hacia adentro de su bloque tiene lógica: muchos no tienen jefes gobernadores y tienden a radicalizar sus posturas con miras a 2019. Ablandarlos será una gestión ardua y no la está haciendo nadie. 

Schiaretti ya parece fuera de tema y viajará el miércoles a Tailandia junto a Bordet, en una ronda de negocios que le servirá además para apagar los teléfonos. Su único representante es Carlos Caserio, pero habla más con José Manuel de la Chota que con su gobernador. 

Del otro bando, Manzur ya no oculta su fastidio. Sus senadores (Beatriz Mirkin y José Alperovich), son los más duros con el Gobierno en las sesiones y la semana pasada exigió la provincialización de Aysa, Edelap y Edesur, un proyecto ya presentado en ambas Cámaras y se planteará en la sesión del miércoles.

La idea de los gobernadores es sencilla, que la Nación deje de gastar decenas de miles de millones en financiar esas tres empresas y las transfiera a los distritos en los que opera, casualmente los dos principales bastiones electorales del PRO: la Capital y la provincia de Buenos Aires. "¿Por qué el interior tienen que financiar los servicios de porteños y bonaerenses?", simplifican los gobernadores.

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