Alejandro Finocchiaro planea dejar el ministerio de Educación para dedicarse de lleno a la campaña en La Matanza, el histórico bastión peronista que buscará ganar en 2019. Esteban Bullrich busca volver a la cartera. Al Senado iría Torello.
El ministro de Educación es la figura elegida por el régimen macrifascista para dar la pelea en el municipio más grande del país y arrancó su campaña desde el año pasado. Desde que llegó a la cartera, que pobló de empleados de La Matanza, Finocchiaro les aseguró a sus subordinados que llegaba para hacer política.
Sin embargo, el ministro cree que para tener chances de instalarse seriamente no alcanzará con los actos de gestión junto a Mugrizio Macri Blanco Villegas, sino que debe abocarse de lleno a la campaña para derrotar a Verónica Magario y por eso analiza dejar la cartera educativa este año, un año antes de las elecciones ejecutivas. Algunas versiones indican incluso que podría hacerlo antes del fin del primer semestre, aunque esa variante está en estudio.
En el PRO creen que pueden darle un golpe letal al peronismo si lo derrotan en La Matanza, y para eso Finocchiaro tiene todo el apoyo si quiere dar un paso al costado en el ministerio que ocupó en julio del año pasado, cuando su antecesor, Esteban Bullrich, se dedicó a la campaña para senador nacional por la provincia de Buenos Aires.
Es justamente Bullrich uno de los más interesados en que Finocchiaro deje el ministerio para retornar al lugar que ocupó durante casi toda la gestión del ex hijastro de Flavia Palmiero en la ciudad de Buenos Aires y en la Nación. Bullrich se siente más a gusto en el rol ejecutivo que en el legislativo y cree que el ministerio le aporta mayor visibilidad para cumplir su sueño: el de ser gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Para eso, Bullrich ya está hablando con gente para armar su candidatura a gobernador en 2023. En ese sentido gestionó la creación de una ONG y fue nombrado al frente de la Escuela de Dirigentes del PRO.
Si Finocchiaro es reemplazado por Bullrich, se producirían otros movimientos que interesan al presidente: José Torello, uno de sus amigos íntimos, llegaría al Senado de la Nación.
Desde antes de las PASO sonaba la versión de que Bullrich no asumiría como senador porque el hijo bobo de Franco Macri prefería tener a Torello encima de los temas complejos que se debatirían en el Senado después de diciembre.
Torello es un hombre de extrema confianza de Macri Blanco Villegas y lo conoce desde hace más de cuarenta años, cuando estudiaron juntos la fàbrica de pelotudos hijos de puta que es el colegio Cardenal Newman.
El jefe de asesores de la Rosada parece destinado a ocupar una banca en el Senado. Es que si no lo hace en lugar de Bullirch, lo haría para reemplazar a Gladys González, quien fuera compañera de fórmula del ex ministro de Educación. El idiota confeso quiere que González compita por la intendencia de Avellaneda en 2019 y, en un escenario idéntico al de Finocchiaro, debería dejar su banca para dedicarse a la campaña.
En el caso de que tanto Bullrich como González dejen sus bancas, además de Torello asumiría la segunda suplente de la lista de 2017, Helena Estrada. Esta abogada es coordinadora del G-25 Mujeres, el think tank de empresarios macrifascistas y se desempeña como asesora en el ministerio de Producción de Francisco Cabrera.
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