Las empresas de la obra que Macri y Vidal visitaron el lunes esperaron solo 24 horas para despedir a un tercio de la plantilla. Los empleados tomaron el obrador para reclamar las reincorporaciones. "Está todo de manera precaria", advirtieron sobre la parte de ruta inaugurada a las apuradas.
Al día siguiente del simulacro de inauguración de un nuevo tramo de la Ruta 7 encabezado por Miauricio Macri Blanco Villegas y la gobernadora fascista bonaerense María Eugenia Vidal, las empresas contratistas de esa obra despidieron a 40 trabajadores, un tercio la plantilla. “Después de esa pantomima nos encontramos con la noticia de que nos echaron”, criticó Martín Sebastián Salcedo, uno de los obreros que desde ayer mantienen una toma del obrador en reclamo de reincorporaciones.
La “pantomima” a la que se refirió Salcedo ocurrió el lunes pasado, cuando el ex hijastro de Flavia Palmiero, la hiena y el intendente de Junín, Pablo Petracca, encabezaron un acto en el que el jefe comunal celebró la “inauguración de 40 kilómetros que se suman a los 39 que ya están en funcionamiento”.
“Ahora será más fácil venir a pescar el pejerrey y a comprar un salamín de nuestra ciudad, porque nos va a acercar a Buenos Aires”, celebró Petracca frente a un pequeño grupo de extras que gritaba “sí se puede”.
Sin embargo, “después de toda la pantomima que se hizo, al otro día nos encontramos con esta noticia”, lamentó Salcedo en declaraciones a la AM 750 en las que cuestionó que el acto oficial fue celebrado a sabiendas de un despido masivo en ciernes.
“Anteayer (por el lunes) se inauguró la obra, ayer estaban preparados los telegramas y hoy estamos tomando medidas de fuerza para que reincorporen al personal”, dijo el trabajador para demostrar la premeditación y lanzó una advertencia: “La obra que se inauguró puede traer muchos inconvenientes a la seguridad vial por la forma en que se empalmaron las dos calzadas y cómo está señalizado. Está todo de manera precaria”.
Entre los cesanteados hay 24 trabajadores oriundos de Junín y 16 de otras ciudades. Ahora, todos “estamos ocupando el obrador para tratar de lograr que algún tipo de negociación y se reincorporen” a los que echaron, dijo. “Queremos que devuelvan el trabajo, que es lo que les sacaron de un día para el otro”, remarcó.
La obra está a cargo de una UTE (Unidad Transitoria de Empresas) conformada por Supercemento, Chediack y Dycasa, que fue “la única que se acercó a hablar” para tratar de destrabar el conflicto, destacó Salcedo, quien trabajó allí durante tres años.
“En esta obra encontré mi posibilidad de progresar”, lamentó y describió que lo que prima en el obrador donde los despedidos mantienen su protesta es “la indignación, la incertidumbre y la tristeza”.
“Así es el ambiente que hay acá”, añadió y advirtió que, tas el recorte de personal, “ahora no se sabe cuándo va a terminar” la totalidad de la obra.
“Lo más triste es que le falta mucho, hay mucho trabajo por hacer”, dijo e insistió con los “muchos inconvenientes” que tiene el tramo inaugurado el lunes por Macri, Vidal y Petracca. “Está todo de manera precaria. No quiero generar malos augurios, pero la obras que se inauguró genera mayor inseguridad”, concluyó.
La obra de la Ruta 7 es una de las muestras de que el macrifascismo construye más caro y en mayor tiempo que el gobierno anterior. El tramo de esa autovía inaugurada el lunes se licitó por 727 millones de pesos en 2015. Pero no bien comenzó el régimen de Macri Blanco Villegas, se autorizó un rediseño que llevó el valor a 1049 millones y hasta ahora se pagaron 4.272 millones.
Se estima que se completó sólo el 64 por ciento de la obra, de manera que es imposible terminarla en enero de 2020, como estaba previsto. La construcción lleva ya 52 meses desde el inicio y cuando se pactó la terminación en 24 meses. Hubo denuncias al respecto presentadas por el Sindicato de Trabajadores Viales, la Federación del Personal de Vialidad y el Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial (CONADUV).
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