Contra lo dispuesto por la Cámara, el sorete de Bonadio fijó una fianza millonaria para complicar la liberación de Cristóbal López y Fabián De Sousa

Pese a que la Cámara Federal le ordenó que disponga un monto "razonable", el magistrado clarinista desoyó la indicación y exigió una suma elevada.

Tras el fallo de la Cámara Federal que ordenó la excarcelación de los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa, el juez de primera instancia Claudio Bonadío les impuso una fianza de 60 millones de pesos para impedir que se concrete su salida de la cárcel. 

De esta manera, el magistrado desoyó la indicación del tribunal de segunda instancia que le solicitó que la fianza sea "razonable" a fin de no volver "ilusoria" la libertad de los imputados, sobre todo teniendo en cuenta que no pueden disponer de sus bienes.

Los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi aceptaron ayer el pedido de las defensas de los dueños de C5N, en el marco de dos expedientes que se desprenden de la denominada causa de las fotocopias de los cuadernos. Determinaron que ambos acusados podían esperar el fin del proceso judicial en libertad, luego de estuvieran alojados en los penales de Ezeiza y Marcos Paz. 

"Corresponde al instructor (Bonadio) establecer el monto que prudencialmente estime suficiente para asegurar su sujeción a proceso -cumpliendo con los fines de la norma- y que revista razonabilidad suficiente, de manera tal que no torne ilusoria la libertad del imputado", sostuvieron Bruglia y Bertuzzi en su fallo. 

Ambos magistrados le aclararon especialmente a Bonadio que a la hora de fijar el monto tenga en cuenta "el concreto marco fáctico imputado, en el cual los bienes involucrados se hallan debidamente cautelados anulando ello, de momento, la existencia de un concreto riesgo que haga peligrar la posible recuperación de activos". En definitiva, le recuerdan al juez que los acusados tienen sus bienes embargados por lo que el objetivo de recuperar el dinero, en caso de que se determine su culpabilidad, ya está garantizada. 

Allegados a los acusados revelaron que la situación se vuelve particularmente compleja ya que “al tener todo su patrimonio inhibido la única alternativa es que el monto sea afrontado por un tercero”. Eso incluso se tornó más difícil porque la resolución de Bonadio llegó fuera del horario bancario.