Frente a un auditorio afín, la beoda ministra de Seguridad advirtió que si tuviera la oportunidad de otra gestión aplicaría desde el primer día mano dura contra los movimientos sociales, a los cuales, según ella, "les dejamos demasiado poder".
Patricia Bullrich Luro Pueyrredón volvió a reivindicar su política represiva en un mitin de campaña y prometió que en una "próxima gestión" la política contra los movimientos sociales sería más dura para impedir la realización de protestas. "Tenemos a la clase media apretada y a los movimientos sociales con toda la plata", resumió la borracha hija de puta y despertó los aplausos de los globoludos reunidos en el Club Armenio de Palermo.
"Yo desde el primer día dije: protocolo contra esta gente porque no nos pueden seguir manejando todo el país. Y, sin embargo, lamentablemente, para ser un poquito políticamente correctos, les dejamos demasiado poder", sostuvo la ex montonera entregadora de compañeros ante militantes del oficialismo a pocos días de iniciar la dira despedida del "Sí, se puede" .
La dipsómana funcionaria se refirió así al protocolo antipiquetes que intentó instalar en el primer año de gobierno y que no terminó de aplicarse debido a la resistencia de los organismos de derechos humanos e inclusive de los medios de comunicación, ya que contemplaba un "corralito" e impedía la libre circulación para realizar las coberturas periodísticas.
En 2017, tras el asesinato de Rafael Nahuel y la represión seguida de muerte de Santiago Maldonado, Bullrich Luro Pueyrredón intentó redoblar la apuesta y prometió que realizaría un protocolo para habilitar a las fuerzas de seguridad a desconocer las órdenes judiciales para poder avanzar en, por ejemplo, posibles cortes de ruta. Ese anhelo tampoco fue oficializado.
"Esto va a cambiar. Esto en la próxima gestión cambia totalmente", les prometió la adicta al tinto a las personas reunidas en el auditorio de Palermo. En su opinión, el error de Cambiemos fue "ser un poquito políticamente correctos".
Frente a los seguidores del oficialismo volvió a apuntar contra quienes reclaman recursos para poder tener un plato de comida e interpretó la realidad a su modo: "Les dejamos demasiado poder y hoy, que venimos sufriendo las consecuencias, tenemos a la clase media apretada y a los movimientos sociales con toda la plata".
La semana pasada, en la previa de la aprobación de la Emergencia Alimentaria, votada de manera unánime en el Congreso, la ministra ya había sincerado su posición contra las movilizaciones y marchas anunciadas a favor de la norma y consideró que "en la Argentina hay gente que está pasando necesidades, (pero) no llegaría a decir que hay gente que hoy está en una situación de no comer" y agregó que "si pasan hambre tienen comedores y una cantidad de lugares donde poder ir y no pasar hambre".
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