En la gestión de Miauricio Macri Blanco Villegas, la construcción se ubicará un 16 por ciento debajo de los niveles de 2015, medido per cápita. Fracasaron dos grandes apuestas del régimen: los Proyectos de Participación Público Privado (PPP) y los créditos UVA.
La actividad de la construcción acumula un año consecutivo de caídas y las perspectivas para lo que resta del 2019 son igualmente negativas. El año se encamina a cerrar con una contracción del 11 por ciento, por lo que al finalizar la gestión Cambiemos, el sector se ubicaría al menos un 12 por ciento por debajo de los niveles de 2015.
Así se desprende de un informe publicado por la consultora Radar, liderada por la economista Paula Español, que explica que la actividad privada se ve limitada por “la volatilidad y la incertidumbre financiera”, mientras que la obra pública “muestra un desempeño pobre, en pos del cumplimiento de la meta fiscal”. El documento concluye que fracasaron dos grandes apuestas del régimen: los Proyectos de Participación Público Privado (PPP) y los créditos UVA.
La construcción busca un nuevo piso. Según el último dato publicado por el INDEC en julio, la actividad cayó 1,7 por ciento interanual, y el acumulado de los siete meses de 2019 presenta una disminución del 8,3 por ciento respecto a igual período de 2018. Las proyecciones de Radar establecen que la caída anual será del 11 por ciento, lo que significará que en la gestión del hijo bobo de Franco Macri, la construcción se ubicará un 16 por ciento debajo de los niveles de 2015, medido per cápita.
En cuando al empleo, estiman que la destrucción de trabajo se intensificará durante el segundo semestre el año. La explicación se debe a una dinámica específica del sector: “El empleo en la construcción es altamente elástico y pro-cíclico, por lo que los vaivenes en materia de actividad se reflejan en el mercado laboral. Mostró una caída en los últimos meses por una merma en la actividad”. En el sector privado, los puestos de trabajo registraron una caída del 3 por ciento en junio en forma interanual, y un 2,4 por ciento acumulado para el semestre.
El fracaso de las PPP
Con respecto a la obra pública, el informe establece que el último aumento significativo se dio en 2017, de cara a las elecciones legislativas. Luego, en 2018, mostró una abrupta caída, con meses de bajas nominales del orden del 35 por ciento. Este año, con la mira en las elecciones presidenciales, se observó una leve suba en términos reales. “Producto de las estrictas metas fiscales del programa del FMI, el impulso tuvo menos nafta que en las elecciones de medio término”, explica el documento.
Además, cuestiona la aplicación de las PPP (Participación Público Privada), la gran apuesta del régimen para sustituir el menor gasto en obra pública: “En los hechos, la corrida cambiaria, el cierre de los mercados y la situación de vulnerabilidad financiera imposibilitaron que este tipo de obras se desarrollen, dado que son muy dependientes de la posibilidad de acceder al financiamiento”. El informe de Radar destaca que el programa de licitaciones no se pudo completar, y la única obra de magnitud fue la adjudicación de seis corredores viales a diversas constructoras en junio de 2018. “Atravesadas por dificultades financieras y demoras de pagos por parte del gobierno, las obras avanzaron con lentitud, y hoy se encuentran prácticamente paralizadas”, agrega el texto.
La otra gran promesa del macrifascismo durante la campaña presidencial del 2015 había sido la del lanzamiento de los créditos hipotecarios. Mostraron un auge entre fines de 2016 y comienzos de 2018. El pico se registró en marzo de 2018, cuando se aprobaron préstamos por 687 millones de dólares. Pero la corrida cambiaria y la megadevaluación derivaron en una caída contundente: en agosto de 2018, el monto otorgado fue 38 millones de dólares, un 95 por ciento menos al pico alcanzado ese año. Cuando todavía no pasaron ni tres años del lanzamiento de estos créditos, que tienen plazos de más de 20 años, el Gobierno tuvo que salir al rescate de los hipotecados. Como parte del “plan alivio” anunciado después de la derrota en las elecciones primarias, el Ministerio de Interior decidió congelar las cuotas de los créditos hasta diciembre, dado que están indexadas a la inflación.
Un recorrido similar se observa al analizar la actividad de compra y venta de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires, el principal mercado inmobiliario del país. “Luego de una fuerte suba en 2017 y 2018, las escrituras con hipotecas en CABA durante los primeros siete meses del 2019 estuvieron 61 por ciento por debajo de los niveles promedios de 2010-2015”, concluye el informe.
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