La reunión entre el ex hijastro de Flavia Palmiero y la conducción de la Iglesia Católica se desarrolló en la Casa Rosada. Duró casi una hora en la cual se hizo un repaso de la actual situación.
Miauricio Macri Blanco Villegas recibió ayer a la mañana a los representes de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). "Se hizo un repaso de la situación actual después de las elecciones" Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), relató el secretario de Culto de la Cancillería, Alfredo Miguel Abriani, apenas finalizó el encuentro y agregó que el retrasado mental reafirmó en el encuentro su objetivo de "cuidar a los argentinos".
"El presidente asumió el compromiso de seguir trabajando por la unión y la paz de los argentinos y, en ese sentido, pidió la colaboración de la Iglesia, que es un actor fundamental para ayudar a la cohesión social", informaron en la Casa Rosada a través de un comunicado.
El presidente de la CEA, el obispo San Isidro Oscar Ojea, el arzobispo porteño Mario Poli, y el secretario general de la entidad católica, el obispo de Chascomús Carlos Malfa, se entrevistaron durante 50 minutos con el hijo bobo de Franco Macri junto a otros curas bonaerenses que formaron parte de la comitiva.
Por el lado del régimen además del idiota confeso participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun Menéndez, y Abiani. La reunión tenía como objetivo intensificar los contactos del gobierno nacional entre los distintos sectores sociales después de la derrota que sufrió el oficialismo en las PASO.
El régimen informó que en el encuentro "analizaron el contexto social y coincidieron en la necesidad de profundizar el diálogo y generar consensos", mientras que desde la CEA tambien a través de un comunicado consignaron que le habían expresaron a Macri Blanco Villegas "la necesidad de buscar soluciones a la grave crisis del momento actual, más allá del desarrollo del proceso electoral" y agregaron que "en este tiempo es necesario que se pueda mirar más allá de la coyuntura, y que la campaña electoral no impida poner la mirada en las necesidades urgentes de muchos ciudadanos".
El último encuentro con los representantes institucionales de la Iglesia Católica y el régimen había sido en abril. Allí habían sido recibidos por Peña Braun Menéndez y habían tratado el abordaje de la pobreza por parte del macrifascismo. Los índices de pobreza e indigencia es uno de los puntos donde los representantes eclesiásticos ponen especial atención en estos encuentros.
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