Podemos empieza a exhibir fisuras ante la amenaza latente de Pedro Sánchez de convocar a nuevas elecciones.
Pablo Iglesias |
Estupor en las filas de Podemos por la estrategia de Pedro Sánchez. Los de Pablo Iglesias observan los últimos pasos del líder socialista entre la rabia y la frustración.
El presidente mantuvo una intensa actividad en estas semanas de vacaciones con colectivos de la sociedad civil, pero hasta el momento evitó sentarse con Podemos, su principal aliado y pospuso estas negociaciones hasta septiembre.
Todo eso, tras ratificar la "desconfianza total y recíproca" entre ambas fuerzas, unas declaraciones que alejan aún más las posiciones y que han caído como un jarro de agua fría en el partido de Iglesias.
En Podemos hay voces que hablan con Sánchez con cierta melancolía y le acusan de haberlos utilizado para sus objetivos personales. "Cuando le echaron del PSOE, se paseó por los pueblos con un dicurso podemita y se olvidó de aquellas promesas cuando consiguió estar donde quería", afirman.
Tampoco entienden los motivos de "desconfianza" expresada por el presidente. "¿Desconfiar del partido que hizo posible la moción de censura y gracias al que es presidente del Gobierno?", se lamentan. Y no es la única deslealtad que observan. El pasado octubre, PSOE y Podemos firmaron un acuerdo de Presupuestos que, si bien no salió adelante en el Congreso, sirvió a Sánchez para su campaña electoral. "Utilizó propuestas que le arrancamos para sacar más votos", sostienen.
Pero ante la ausencia de sus dos principales líderes, Pablo Iglesias e Irene Montero, por el nacimiento de su tercera hija, en Podemos guardan un silencio pesado, que sin embargo no logró evitar que se filtren los ejes de un debate interno: Entre aquellos que buscan la confrontación con Sánchez y los que sugieren buscar un acuerdo, acaso temerosos o conscientes que ir a nuevas elecciones podría ser letal para la formación morada.
Así, mientras algunos líderes autonómicos están en medio de una vorágine laboral y política tras los pactos de Gobierno en distintas comunidades autónomas -Valencia, Navarra, Canarias y Baleares-, la dirección nacional se encuentra de vacaciones. La formación suma ya 10 días seguidos con la agenda en blanco, sin ninguna comparecencia pública por parte de sus primeras espadas. Sólo Yolanda Díaz, portavoz de Galicia en Común, ha tenido apariciones televisivas que no figuraban en las previsiones de Podemos y en las que criticaba a Sánchez: "Parece que no quiere negociar absolutamente nada, quiere que todo el mundo le dé los votos gratis".
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