El empresario inmobiliario, que apoyaba la reelección de Macri Blanco Villegas, ahora dice que "falta liderazgo político".
Eduardo Costantini, uno de los empresarios más importantes del país, aseguró que cree que lo mejor para la situación económica del país sería que "Alberto Fernández ganara en primera vuelta".
La semana pasada, el empresario inmobiliario había expresado su apoyo a la reelección de Miauricio Macri Blanco Villegasi, aunque la contundencia del triunfo de Fernández en las PASO y el impacto en los mercados parece haber cambiado la percepción de algunos hombres de negocios.
"Sería mejor que ganara Alberto Fernández en primera vuelta para que ya se pensara como presidente y acelerara su pre-gestión para calmar la situación", aseguró Costantini ayer en declaraciones radiales. "Llegar a una segunda vuelta lo obligaría a seguir en campaña y habría mayor desorden", agregó.
"Siempre voté a Macri, pero se cometieron errores económicos en el diseño del programa y con el flujo de capitales en dólares se manejaron en forma muy ingenua, porque entran y salen de golpe y debe haber algún control. Como hace Chile, por ejemplo: si hay ingreso de capital financiero debe estar un mínimo de dos años, para que el sistema no sea vulnerable a la salida de ese capital", señaló el empresario.
El CEO de la desarrolladora Consultatio explicó que "lo que expresan los mercados es una crisis de confianza" y que eso se complica más por la situación política que provocaron las PASO: "el presidente que está es casi saliente y el entrante todavía no entra, por lo que falta liderazgo político para implementar un programa".
Asimismo, dijo que "en una situación de alta inflación, recesión y desempleo, lo que hay que hacer es un plan ordenado y ortodoxo, con un ministro de Economía creíble" y evitar "la venta desordenada de bonos argentinos y acciones que exacerba todo, en un círculo vicioso en el que la crisis se va acelerando".
Finalmente, el creador de Nordelta consideró que uno de los principales problemas del régimen macrifascista fue "el error de diagnóstico de los problemas y creer que se podían arreglar fácilmente. Con un programa inconsistente, le explotó la bomba en pleno calendario electoral".
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