El gobernador fascista de Jujuy cuestionó el discurso de la desquiciada líder de la Coalición Cínica en el CCK.
Los dichos de Elisa Carrió en la reunión de Gabinete ampliado no sólo despertaron un fuerte repudio en las redes sociales sino que agravaron las diferencias al interior de la alianza de derecha gobernante, que todavía está buscando la brújula para salir de la crisis económica y política antes de las elecciones de octubre.
El gobernador fascista de Jujuy, Gerardo Morales, cuestionó a la líder de la Coalición Cínica-ARI por haber afirmado que al régimen lo van a "sacar muerto" de la Quinta de Olivos.
"El pueblo te pone y te saca cuando decide y uno se tiene que ir tranquilito cuando el pueblo te dice que te tenés que ir", aseguró el dirigente radical, uno de los cinco mandatarios provinciales del oficialismo.
Entre otras barbaridades, la paciente psiquiátrica ambulatoria sostuvo que la oposición pretende una salida violenta del poder por parte del actual régimen. "No nos van a sacar de Olivos los que nos quieren mover, nos van a sacar muertos, ¡pero no nos van a sacar!", dijo a los gritos la chaqueña incogible durante la crispada arenga que protagonizó el pasado jueves en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
Ante esas afirmaciones, el ex senador y ex titular de la UCR, consideró que "esas frases no sirven, no contribuyen". Los dichos del mandatario jujeño se vuelven más relevantes dado que es uno de los tres gobernadores que tiene el radicalismo y que ganó la reelección en junio con el 44 por ciento de los votos.
Además, se trata de la segunda vez en menos de 48 horas que el cacique radical contradice a la diputada de la Coalición Cínica. Ya lo había hecho antes de ayer, al referirse a la transparencia de los comicios y las denuncias sobre un posible "fraude" de una de las fundadoras de la alianza oficialista. "Hay un resultado contundente en la provincia de Buenos Aires y están nuestros fiscales. No me sumo a agregarle falta de transparencia a un resultado cuya tutela estaba en manos del Gobierno, no me parece", le había retrucado Morales.
De cara a octubre, Morales intentó dibujar un escenario optimista. Sostuvo que "no está resuelta la elección" presidencial "más allá del contundente resultado" y remarcó que "todavía hay chances" de reelección para Macri Blanco Villegas aunque advirtió que "eso también depende de cómo se pare el gobierno, si lo hace escuchando a la gente sin echarle la culpa al pueblo, que siempre tiene la razón y es sabio".
"Ahora tenemos la cabeza puesta en ganar y llegar al ballotage. Se puede mejorar si se toman medidas, porque la gente estaba muy mal. El resultado tiene que ver con que la gente le dijo que no a muchas situaciones y estaba muy molesta y enojada, con razón", concluyó el sorete en declaraciones radiales.
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