Debido al complejo escenario económico global y a las fragilidades internas, el organismo bajó las perspectivas de crecimiento local para 2020.
"Argentina es el país de América Latina donde las vulnerabilidades han sido más visibles y es el país más afectado por las turbulencias", sostuvieron las autoridades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el primer informe de perspectivas económicas regionales que presentan en el país.
La afirmación no es una novedad y se desprende solamente con dar un rápido pantallazo en los gráficos utilizados en la exposición, donde Argentina encabezaba todos los indicadores negativos. "Del lado interno vemos un elevado déficit fiscal sobre todo en Argentina y Brasil y en cuanto a las vulnerabilidades externas, el déficit de cuenta corriente es muy elevado en Argentina y en menor manera en Colombia, Chile y Costa Rica", agregaron.
A su vez, cuestionaron las altas barreras arancelarias, la rigidez del mercado de trabajo, la elevada inflación, la falta de institucionalidad de la política monetaria y la baja productividad en todos los sectores de la economía.
De todos modos, el fulminante diagnóstico volvió a ser acompañado con un guiño al régimen fascista de Macri Blanco Villegas, al que se le valoraron "las mejoras y el camino adoptado que llevarán a reducir esas vulnerabilidades".
Por supuesto, a la hora de hacer los pronósticos de evolución del nivel de actividad, primó la situación actual sobre la confianza a futuro de las medidas económicas implementadas y es por eso que el crecimiento del PBI para 2020 se redujo del 2,3% al 2,1%.
En este sentido, además de los factores internos, tuvo mucha influencia el panorama internacional. Comenzando por la región, destacaron la importancia del efecto Brasil, que viene sufriendo una actualización constante a la baja en sus expectativas de crecimiento debido a la desilusión del mercado con Bolsonazi.
"La recuperación en Brasil ha perdido fuerza ante las dudas sobre las perspectivas de que la reforma previsional siga adelante. Los niveles de confianza permanecerán bajos hasta que se vea un progreso tangible en ese sentido", subrayaron.
Por otro lado, la escalada de tensiones comerciales que se manifiestan principalmente en la suba de aranceles entre Estados Unidos y China también operan negativamente en toda la región, aunque con mayor fuerza en Argentina por su fuerte exposición al desempeño de los mercados.
"La incertidumbre mundial afecta mucho al crecimiento. No solo baja la demanda sino que también impacta en las inversiones. De caer un 2% la demanda china, las exportaciones de América Latina se verán afectadas en un 4%", ejemplificaron.
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