Desde el entorno de la gobernadora fascista bonaerense no ocultan su malestar, con la idea que busca obturar la presión para que encabece la fórmula.
La Casa Rosada buscó el miércoles instalar la posibilidad de una fórmula con Miauricio Macri Blanco Villegas como candidato a presidente y María Eugenia Vidal como candidata a vice, un esquema fue rechazado de plano desde la provincia.
La movida -que varios atribuyen a Marcos Peña Braun Menéndez- se filtró a algunos medios, en un intento por retomar la iniciativa luego del shock que causó en el laboratorio político del macrifascismo la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de declinar su candidatura en favor de Alberto Fernández y presentarse ella como candidata a vice.
"Es un disparate total", dijo un ministro del régimen bonaerense. "Dicen que a Macri hay que cuidarlo, pero de esta manera sólo se le hace daño", agregó.
Desde La Plata están convencidos que la propuesta de Vidal como candidata a vice surge desde la Rosada y se plantan de lleno para tomar distancia. "A la gobernadora no le hace gracia que se juegue con su nombre y que se especule con fórmulas imposibles", dicen desde el régimen bonaerense y agregan que "lo único que falta es que la propongan como candidata a intendenta de La Matanza".
La reacción en La Plata deja en claro el clima que se vive dentro de la alianza de derecha Cambiemos luego que Cristina moviera sus fichas adelantando los siempre frenéticos cierres electorales. Es que lejos de los análisis de Peña Braun Menéndez y Durán Barba, que intentaron filtrar optimismo luego de conocida la decisión de la ex presidenta, calificando a la fórmula Fernández-Fernandez como un error garrafal de la actual senadora, los primeros sondeos hablan de un crecimiento de dos puntos.
Es que con su movida, Cristina pareció reconocer los límites que su figura generaba a la ampliación del espacio político que conduce y con su paso al costado buscó favorecer la unidad del peronismo, buscando atraer a los gobernadores y a Sergio Massa. Un gesto que en Cambiemos le vienen pidiendo a Macri Blanco Villegas tanto desde el PRO como del radicalismo, pero que hasta ahora el presidente se niega a aceptar.
Pero la jugada de Cristina, si logra sellar una unidad con gran parte del peronismo, la coloca en las puertas de un triunfo en primera vuelta, lo que aceleró las presiones para que Macri decline su candidatura en favor de Vidal. Esa propuesta está más fuerte que nunca en el mercado, en el establishment y en Cambiemos.
El Plan V propone a Vidal como candidata a presidenta y a Martín Lousteau como candidato a vice. También incluye la posibilidad de que Sergio Massa sea el candidato a gobernador y para esto hay quienes buscan convencer al líder del Frente Rejuntador antes de que cierre con el peronismo. Si esto no fuera posible se menciona a Cristian Ritondo como el candidato a gobernador que preferiría Vidal.
El hijo bobo de Franco Macri, mientras tanto, intenta mantener viva su candidatura y este miércoles volvió a mostrarse en un encuentro de la agrupación Defensores del Cambio, la última creación de la Jefatura de Gabinete, que pese a sus esfuerzos desde hace meses que no logra sacar de agenda el Plan V, por la sencilla razón que Vidal sigue midiendo bastante más que Macri Blanbo Villegas.
Durán Barba encargó una mega encuesta nacional, cuyo resultado promete estar disponible para fin de mes, como último recurso para tomar una decisión definitiva sobre la candidatura del retrasado mental. Es acaso el primer indicio fuerte que la declinación del subnormal no está totalmente descartada ni por su círculo más cercano.
Pero lo que comenzó como un problema electoral, ahora ya se convirtió en un problema político. Hay actores como Lousteau, Massa y otros peronistas, más una parte cada vez más importante del radicalismo que no tendrían problemas en sentarse a conversar con Vidal sobre la creación de una nueva coalición, pero que de ninguna manera aceptan abrir esa instancia si Macri Blanco Villegas es el candidato. Hasta el propio Roberto Lavagna estaría dispuesto a sumarse a esa conversación, como dejó claro su hijo.
Se suma a esta un problema de gobernabilidad. El ex hijastro de Flavia Palmiero esta de diez a quince puntos abajo de Cristina en la provincia, de manera que insistir con su candidatura augura como muy probable que Cambiemos pierda la provincia de Buenos Aires, aún si el idiota confeso se impone por un pelo en el balotaje. En la provincia no hay segunda vuelta. De manera que en la mejor hipótesis posible para la Casa Rosada, Macri Blanco Villegas sería un presidente mucho más débil de lo que fue, con la mayoría de las provincias y capitales importantes en manos del peronismo y en minoría en ambas cámaras.
Todo lo que ocurre es tan previsible como el esfuerzo de los protagonistas por negarlo. El sábado, mientras el anuncio de Cristina sacudía el tablero político, los voceros de la gobernadora fascista bonaerense se mostraban sorprendidos pero afirmaban de manera categórica no habría cambios en la estrategia electoral.
Sin embargo, en otros estamentos del gobierno dejaban entrever que el Plan V comenzaría cobrar fuerza. Desde entonces el gobierno no logró recuperar la agenda. Días atrás, al vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, se le escapó en una entrevista que la candidata era Vidal. A mitad de camino intentó corregir la frase para mencionar a Macri Blanco Villegas. Solo él sabrá si fue un fallido o una estrategia. Horas antes, el senador radical Julio Cobos, había salido a pedir que la candidata sea "Heidi".
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