El fiscal federal Federico Delgado explicó su futura renuncia al Ministerio Público al describir la “contaminación” que sufre el Poder Judicial, tomando como ejemplo la causa que destapó la red ilegal de inteligencia que involucra a fiscales, políticos, abogados y jueces.
“No solo la causa de los cuadernos quedó viciada con el descubrimiento de los D'Alessio, sino un sistema”, manifestó respecto a la “suerte de empresa” que se ocupa de “envolver el sistema judicial y mercantilizar los conflictos”.
“Me agobia que la justicia este divorciada de la constitución”, sintetizó en sus críticas contra las instituciones judiciales.
Delgado, quien tuvo a su cargo investigaciones complejas como la causa derivada de los Panamá Papers o la denuncia contra el jefe de Gabinete, Marcos Peña raun Menéndez, decidió que es tiempo de dar un paso al costado en el Ministerio porque la Justicia "se usa como un arma" .
“Me estoy retirando de la Justicia. El ciclo mío como fiscal de primera instancia se terminó, es tiempo de que nuevas generaciones con nuevos bríos hagan lo que algunos intentamos”, resaltó en declaraciones a la AM750.
El fiscal confesó que tomó esa decisión por la angustia que le generó darse cuenta de que “Comodoro Py se haya convertido en una especie de monstruo autónomo”, separado ya de la calidad institucional. “Tiene fines propios, reglas propias y un código propio”, detalló Delgado, quien se refirió también a la actitud del fiscal Carlos Stornelli de evitar las citaciones judiciales en el marco de la investigación de la red de espionaje paralela. “Si hay juego limpio, la obligación es ir a presentarse ante la Justicia. En el caso de Stornelli, hay una causa penal iniciada y un juez serio trabajando", evaluó.
Al respecto, consideró que la causa de los cuadernos quedó viciada por la causa penal abierta por extorsión y espionaje que involucra al fiscal de la investigación, pero propuso pensar lo sucedido en un marco más amplio, en el que hay falencias del sistema judicial y “huecos” por los que se filtran “intereses”.
"Lo que vemos con la causa que instruye Ramos Padilla no tiene que ver sólo con los cuadernos, es más profundo y muchos menos visible. Es el gran drama ontológico de nuestra Justicia, que está integrada por actores informales que están reconocidos de facto como integrantes de un aparato que no integran de acuerdo a la Constitución", subrayó el fiscal.
Para Delgado, la investigación abre “una posibilidad histórica para tomar el toro por las astas y poner la cuestión judicial de verdad en la cima de la agenda pública".
"El caso D'Alessio es la punta de un iceberg que expresa la contaminación de todo nuestro sistema. La Justicia se usa como un arma", indicó y propuso avanzar hacia una “burocracia razonablemente limpia, autónoma y plural".
“Sino vamos a seguir viviendo en este sistema donde convive la ingeniería formal de la constitución con actores informalmente institucionalizados que tienen poder de veto, a veces poder de acción pero que nos han llevado a este pantano”, concluyó.
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