Se trata de Ángel Antonio Brítez, un preso de “riesgo medio”. Si bien el hecho tomó estado público recién ayer, la fuga se produjo el domingo.
El Servicio Penitenciario Federal (SPF) inició sumarios administrativos para determinar si la fuga fue responsabilidad de los guardias y, simultáneamente, pusieron en marcha un operativo para capturar al prófugo. El mes pasado, el Ministerio de Justicia declaró por tres años la emergencia penitenciaria a nivel nacional debido a las pésimas condiciones en las que se encuentran alojadas las personas privadas de su libertad.
Según el SPF, Brítez escapó de Devoto cuando se encontraba en el patio del pabellón de la planta seis, donde se alojaba. Supuestamente, habría pasado por encima del paredón de 9 metros -7 de cemento y 2 de alambre- que rodea la cárcel. El interno había ingresado al penal hace apenas cinco meses por "robo agravado" y "tentativa de homicidio".
En un comunicado de prensa en el que informaba de la fuga, el SPF afirmó que “ante esta situación, se adoptaron las medidas y acciones respectivas a los fines de proceder a la recaptura del interno en cuestión”. También anunció que “se iniciaron actuaciones sumariales correspondientes para determinar responsabilidades”, que dieron intervención “al personal de la Dirección Principal de Análisis de Información” y que se notificó al juzgado de turno.
El SPF recordó que el 25 de marzo pasado, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación “resolvió declarar la emergencia en materia penitenciaria por el término de tres años, entre otras razones, a raíz del incremento de la población penitenciaria que supera en un 12% la capacidad operativa ideal de alojamiento”. Según el comunicado del SPF, el penal “posee una categorización tipo ‘B’ y ‘C’ conforme los criterios de seguridad física, procedimental y dinámica, alojando internos de riesgo medio, como lo es el caso de Brítez”. Sin embargo, aclararon que se trata de “un edificio antiguo que presenta falencias estructurales”.
Por esta razón, la cartera que conduce el ministro Germán Garavano firmó un convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para construir un nuevo establecimiento y trasladar allí a la población de Devoto. De acuerdo al anuncio que hicieron las autoridades porteñas, el traslado será en 2020 a una unidad que se estaría construyendo en Marcos Paz, mientras que Devoto sería demolida.
El penal porteño está superpoblado: cuenta con 400 internos más de los que debería tener. En febrero, este hacinamiento generó una protesta por parte de los presos. En un comunicado, el Sindicato de Trabajadores Privados de la Libertad (SUTPLA) hizo una lista de reclamos, entre los que denunciaban el “hacinamiento por instalación de camas dobles en celdas unipersonales y superpoblación carcelaria”.
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