El patético presidente estadounidense anunció ayer a la mañana que redirigiría $ 8 mil millones de dólares para arrancar las obras el frontera.
Ayer por la mañana, desde los jardines de la Casa Blanca y ante un nutrido grupo de reporteros, el presidente Donald Trump declaró una emergencia nacional para asegurar los fondos para construir el muro en la frontera con México. El mandatario anunció que iba a destinar $ 8 mil millones de dólares para erigir o reparar alrededor de 370 kilómetros de territorio en la frontera sur de Estados Unidos.
"Voy a firmar una emergencia nacional. Ha sido firmada muchas veces antes. Ha sido firmada por muchos presidentes desde 1977, más o menos", anunció.
"Rara vez ha sido un problema. La firman y a nadie le importa. Supongo que no eran muy emocionantes. Las han firmado por asuntos mucho menos importantes, en algunos casos. En muchos casos. Estamos hablando de una invasión a nuestro país con drogas, traficantes de personas, con todo tipo de criminales y pandillas", agregó.
Trump reconoció el apoyo de México y de AMLO para detener las caravanas migrantes de refugiados que buscan protección en Estados Unidos y aseguró que están colaborando más que nunca antes.
El presidente también firmará una propuesta de ley para extender el presupuesto federal y evitar una nueva suspensión de Gobierno como la que ocurrió en diciembre y enero pasados. Dicha resolución, que ya fue aprobada en el Congreso, incluye únicamente $1.3 mil millones para seguridad fronteriza. Trump originalmente había solicitado $ 5.7 mil millones al Congreso.
Para construir el gigantesco proyecto, la Casa Blanca informó que iba a redirigir $ 3.6 mil millones de un fondo del Ejército, $ 2.5 mil millones de un programa de lucha contra las drogas, y $ 600 millones de bienes confiscados a narcotraficantes que están en poder del Departamento del Tesoro.
La declaratoria de emergencia nacional tiene muy preocupados a los republicanos, quienes temen que sea usada como precedente para que un futuro presidente demócrata declaré una emergencia similar y lance una lucha regulatoria contra el cambio climático o contra el derecho a la portación de armas.
El jefe de gabinete en funciones, Mick Mulvaney, desestimó las preocupaciones al señalar que "esto crea cero precedentes", dijo. "Esta autoridad el presidente ya la tiene, según la ley".
Se espera que en estados como California los fiscales generales interpongan demandas contra el Gobierno Federal para detener la declaratoria. El argumento sería que la situación en la frontera no constituye una emergencia nacional. Los números de indocumentados detenidos han ido a la baja desde años, y las cifras sugieren que menos personas están intentando cruzar la frontera.
Por otro lado, el argumento del presidente es que el muro es necesario, en parte, para detener el flujo de drogas, sin embargo, datos de la propia administración muestran que la mayoría de las drogas entran por puertos legales de entrada o bien a través de túneles.
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