Por Carlos Rodríguez para Página/12
Los familiares de las víctimas denuncian que solo se conocen tres imágenes borrosas del submarino, editadas por la Armada, de las 67.000 que dicen tener. La jueza no pudo verlas hasta ahora porque los archivos “están dañados o no tenía el software necesario”.
Cuando están por cumplirse tres meses del hallazgo del ARA San Juan, ni la jueza de Caleta Olivia, Marta Yáñez, ni los familiares de los 44 tripulantes del submarino han podido observar y analizar las 67 mil imágenes que la empresa Ocean Infinity dijo haber tomado de la nave hundida a 903 metros de profundidad. Valeria Carreras, quien encabeza una de las tres querellas reconocidas en la causa penal, denunció que “hasta hoy no hemos podido ver las 67 mil imágenes porque los archivos enviados por la Armada al juzgado federal de Caleta Olivia o están dañados o no se ha aportado el software que se necesita” para lograr ese cometido esencial para la marcha de la investigación que permita establecer las causas de la tragedia ocurrida el 15 de noviembre de 2017.
Carreras dijo que la imposibilidad de acceder a las fotos forma parte de “la oscuridad que rodea al ARA San Juan”. Ante la insólita dificultad, fuentes de la investigación señalaron a PáginaI12 que “la jueza le ha pedido al Servicio de Hidrografía Naval de la Armada el software con que cuenta el organismo y que lo utilizará muy pronto para acceder a la totalidad de los contenidos”.
La abogada, que en esta causa cuenta con el acompañamiento del Estudio Burlando, sostuvo que por ahora “los familiares de los 44 tripulantes y todos los argentinos, hemos tenido que conformarnos con ver tres fotos oscuras, parciales y editadas por la Armada, en las que se ve muy poco” sobre el estado en que se encuentra la nave.
“Cuando observamos las fotos que fueron difundidas por la Armada, nos llamó la atención que en las zonas de fecha y datos se veía un sombreado de color azul y al respecto, se nos informó que fue la Armada la que ‘las editó (con los datos) en castellano’”.
Carreras estimó que “otra vez los argentinos nos estamos comiendo un sapo, porque alegan que el problema es que el submarino estaba a 903 metros de profundidad, cuando en las fotos del avión en el que iba (el futbolista argentino) Emiliano Sala, se pueden ver con total claridad cada detalle y lo mismo ocurre con fotos de otros naufragios de barcos que han sido encontrados a tres mil metros de profundidad”.
Como querellante, Carreras hará una presentación ante la jueza Marta Yáñez “para que podamos acceder a las 67 mil imágenes que nos dijeron que se han tomado” en el lugar del hallazgo porque “lo que está pasando con las fotos hace que los familiares sigan teniendo dudas razonables sobre la información oficial”.
El 10 de diciembre pasado, la jueza de Caleta Olivia envió un oficio a la Armada, para pedir información sobre las razones de la imposibilidad de ver las imágenes tomadas desde el barco Seabed Constructor, de la empresa Ocean Infinity, en la búsqueda de una respuesta para solucionar el problema.
En el escrito se mencionan a varias autoridades de la Armada y del Ministerio de Defensa, que deben tomar cartas en el asunto, como el subsecretario Legal y de Articulación Institucional de la cartera, Juan Manuel Mocoroa; los integrantes de la Comisión Asesora del Ministerio; el director general del Material Naval de la fuerza, Hernán Gerino, y de manera puntual el director general del Material Naval de la Armada, contralmirante David Burden.
La jueza les comunicó que “al momento de certificar el contenido del disco rígido WXNIE877X986 identificado como 13 Target Linstin y 18 Catlix Camera Photomosaic se encontraban vacías (‘O’ Bytes)”. Al mismo tiempo “de la carpeta identificada como 8 Cailix Camera Photomosaic /site Image stitching not corrected no se pudo visualizar el contenido del archivo individualizado como LR30 LR37 Part-1 modificldtif”. La imposibilidad se dio “tanto en ordenadores como software de base Windows 10 como en Mac Osx 10,13 con características técnicas suficientes para su reproducción”. El problema de este archivo es que “aparece como ‘dañado’”.
La doctora Yáñez pidió también que “se haga saber” al titular de la Dirección General de Material Naval que “conforme acta de protocolo , rubricada con fecha 03/12/18 por el capitán de navío Héctor Alonso (ARA) y el señor Timothy Maise (Ocean Infinity) en Ciudad del Cabo, república de Sudáfrica”, el disco rígido “contendría 156.613 archivos, 1447 carpetas y el espacio de memoria ocupado alcanzaría los 704.126.376.713 Bytes”.
Yáñez apuntó al respecto que de la “certificación realizada por el actuario y personal del Area de Tecnología” de la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia “se advirtió que el mencionado disco rígido (HDDI) contenía realmente 156.571 archivos, 1446 carpetas y el espacio de memoria ocupado en el disco alcanzaba los 740.090.007.481 Bytes”.
Por lo expuesto, la jueza le solicitó al contralmirante David Burden que “ponga en conocimiento de las autoridades de la empresa Ocean Infinity la totalidad de las novedades advertidas en el disco HDD1 a los fines de que los mismo ratifiquen o rectifiquen el contenido de los datos enviados”. También le pidió que se contacte con “personal del Servicio de Hidrografía Naval a los fines de posibilitar la lectura de los archivos contenidos en los discos HDD2 y HDD3”.
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