Detenidos en Ezeiza, Lázaro y su hijo Martín apuntaron contra los servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad por las escuchas que presentó Carrió, en un intento por culpar a ex funcionarios de las acusaciones contra el fiscal Stornelli.
Lázaro Baez y su hijo Martín pidieron ayer la excarcelación al tribunal oral que los juzga por supuesto lavado de dinero bajo el argumento de que servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad los espían en el penal de Ezeiza.
La presentación ocurre luego de que salieran a la luz las supuestas escuchas entre los ex funcionarios detenidos Roberto Baratta y Juan Pablo Schiavi, en el marco de la causa de las fotocopias de los supuestos cuadernos.
Estas escuchas fueron presentadas ante la Justicia por la desquiciada diputada oficialista Elisa Carrió, quien aseguró que hay ex funcionarios del gobierno anterior, actualmente presos, que montaron una operación contra el fiscal de la causa, Carlos Stornelli.
“Existe un plan de persecución por parte del Estado donde personas son escuchadas y espiadas por servicios de seguridad y servicios de inteligencia”, denunció la defensa de los detenidos.
Martín Baez quedó detenido la semana pasada porque se detectaron movimientos en una cuenta en Bahamas que se encontraba inhibida en el marco de la causa.
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