martes, 23 de octubre de 2018

Las Madres impidieron el secuestro de una escultura

Las Madres de Plaza de Mayo impidieron que el régimen fascista de la ciudad de Buenos Aires desmontara una obra donada por el artista plástico Alejandro Marmo, instalada en la Plaza del Congreso, frente a la sede principal de la asociación que dirige Hebe de Bonafini.


Con el argumento de que “no cuenta con los permisos necesarios”, una cuadrilla de Espacios Públicos intentó ayer a la mañana desinstalar la escultura que Marmo obsequió a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, emplazada en Hipólito Yrigoyen entre Virrey Cevallos y Sáenz Peña. Empleados del organismo porteño acudieron al lugar munidos de una grúa mecánica y acompañados por efectivos de la Policía de la Ciudad.

Al observar la situación, una Madre se sentó frente a la obra. Luego llegó Bonafini, quien denunció ante este diario que “vinieron un montón de policías, dos patrulleros, motos; ni se acercaron a explicarnos nada, directamente intentaron sacar la obra, por eso nos paramos ahí”.

Al cabo de dos horas de tensión, las Madres impidieron que la grúa avanzara. “Se fueron diciéndonos que vendrían a la noche, y la verdad es que lo van a hacer porque no les alcanza con todo lo que hacen en el país. Nos quieren sacar todo, quieren romper todo”, advirtió Bonafini. “A nosotros nos quieren romper un monumento, pero lo que pasa en el país es más grave. Porque a todos nos están rompiendo la vida”, concluyó.

Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño aseguraron que el monumento “va a continuar emplazado”. No explicaron, no obstante, los motivos por los cuales quisieron quitarlo en más de una oportunidad.

La escultura es una de las tantas forjadas en hierro de descarte que integran la serie “El Abrazo”, de Marmo, y que están distribuidas en Buenos Aires y otras capitales del mundo, entre ellas el Vaticano. “Ellos dicen que es muy grande, que es peligroso, pero son mentiras. En realidad lo que buscan es destruir todo lo que nos hace felices”, agregó Bonafini.

“Para nosotros este regalo simboliza el abrazo a nuestros hijos, nuestro abrazo”, explicó la dirigente de Derechos Humanos, quien recordó que la obra fue emplazada en el mismo lugar en que antes funcionaba una calesita. “Sacaron la calesita, pero nosotras seguimos pagando la luz porque queríamos poner ahí el monumento  Habíamos armado un pedestal, queríamos poner una placa”, añadió.

A mediados de septiembre, a través de las redes sociales, la Asociación de Madres denunció al régimen porteño por la destrucción de la base de cemento para colocar la escultura. “Estas acciones intolerantes y vandálicas demuestran el hostigamiento hacia nuestra lucha”, denunciaron entonces. Hebe recordó que “antes teníamos un gauchito Gil, a quien la gente dejaba ofrendas. Vinieron con un edicto y se lo llevaron”.

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