El vende humo líder del Frente Rejutnador explora confluir en un frente electoral con el progresismo. Suma el apoyo de Lifschitz y Bonfatti.
Sergio Massa y los referentes nacionales del progresismo se reunieron ayers para empezar a delinear un armado electoral conjunto de cara a 2019.
Con este gesto, el líder del Frente Rejuntador se aleja más de la chance de confluir en una gran interna que incluya al kirchnerismo.
Con la foto en el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (CEMUPRO), Massa ratificó su antigua alianza con Margarita Stolbizer, a la que se sumaron Humberto Tumini, RicardITo Alfonsín y los santafesinos Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz.
Si bien la propuesta de la cumbre era analizar la realidad social del país para elaborar un "diagnóstico correcto" y algunas propuestas, en los hechos fue un signo de unidad de ambos espacios de cara a las próximas elecciones y tuvo lugar el mismo día en que Felipe Solá, Facundo Moyano, Daniel Arroyo y Fernando Asencio anunciaron su ruptura con el Frente ReJUNTador y su pase a un interbloque con Victoria Donda y el Movimiento Evita, en un claro acercamiento al espacio de Cristina Fernández de Kirchner (ver nota aparte en esta misma edición).
"Ya se sabía, sólo había que ponerle fecha", dijeron intentando minimizar -con inocultable fastidio- la foto con la que anunciaron el quiebre. En el massismo preferían esquivar el tema, aunque también se filtraron críticas hacia las "ambiciones personales" de algunos dirigentes.
"Felipe se fue, yo no quiero hablar sobre Felipe", decretó una apurada Graciela Camaño que igual remarcó que su bloque sigue siendo más grande, ya que queda con 13 integrantes.
El reacercamiento de Massa a su aliada progresista implicaría también una postura más dura hacia el kirchnerismo. Si bien el vende humo tigrense evita responder sobre la posibilidad de terminar confluyendo en una gran interna con Cristina adentro -como ya le demandan algunos aliados como el tucumano Juan Manzur-, todo el sector que se incorporó hoy al armado massista da por hecho que no habrá convergencia con el sector que apoya a la ex presienta.
Tumini se encargó de despejar esa duda y definió al kirchnerismo como un límite al que los progresistas no van a acercarse. Cuando se le consultó si hay similitud con lo que piden los intendentes del PJ Bonaerense y otros referentes, el dirigente señaló que "nosotros no pedimos lo mismo ni somos lo mismo. Ellos quieren incluir al kirchnerismo y nosotros somos muy críticos de todo ese proceso".
Después del magro resultado de 2017 con Stolbizer, Massa se dedicó a reforzar el Frente Rejuntador y su espacio dio un viraje fuerte hacia el peronismo, coronado días atrás en Tucumán cuando entonó la marcha en el acto grandilocuente de Manzur, repleto de militantes del massismo.
Sin embargo, ahora con Stolbizer se vuelve a poner en suspenso ese giro identitario hacia el PJ. Contra el temor de que su ambición "catch all" termine desencadenando en un mensaje confuso, en el massismo se apuran a aclarar que piensan en un frente "amplio y plural", la única manera de crear una plataforma fuerte para enfrentar a Macri Blanco Villegas.
De modo pragmático, creen que la estrategia también es ir sumando apoyos de los gobernadores. No dejan de mirar el mapa de la Argentina, desplegado como un TEG en el que suman apoyos, provincia por provincia. Sin ir más lejos, de eso se trató la participación en el acto con Manzur y ahora se repite en el acercamiento a los santafesinos.
Los organizadores del encuentro dijeron que quedaron dos puntos en común entre todos los presentes. A nivel económico, criticaban que el hijo bobo de Franco Macri gobierna para el sector financiero y está destrozando a las clases medias. A nivel político, la necesidad de crear un espacio nuevo que escape a las dicotomías estériles como única opción para "no volver al pasado" con Cristina.
En ese escenario, los socialistas no descartaban reconfigurar algunas alianzas en el plano local. Lifschitz ya no puede renovar su mandato y Bonfatti -con quien tiene una interna áspera- empezó a definir los lineamientos de su campaña, donde busca incluir espacios del PJ. También se mostró en esa sintonía Ricardito Alfonsín, que parafraseó al general Perón y dijo que "los problemas de los argentinos los arreglamos nosotros entre los argentinos o no los arregla nadie".
Lifschitz, mucho más reacio a alianzas con el PJ, consideró que por ahora es "inviable" una alianza amplia entre ambas fuerzas y fue el único que lanzó un guiño al macrismo al hablar de que no descartan sumar a algunos dirigentes "desilusionados" con Cambiemos.
Sin embargo, a través de un gesto Lifschitz reforzó ayer su oposición al régimen macrifascista. Al igual que la intendenta Mónica Fein, eligió estar en Buenos Aires con Massa y ninguneó la visita de Macri Blanco Villegas a su provincia. De hecho algunos de los presentes provocaban al gobernador, que fue de los últimos en llegar. "Pensamos que te habías vuelto a Santa Fe a inaugurar la rotonda con Macri", lo chicaneaban entre risas.
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