En medio de las negociaciones con el FMI y a la espera de la sanción del Presupuesto 2019, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció ayer al mediodía que el déficit fiscal de septiembre cayó un 27,1 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, a la espera de las nuevas metas para el déficit público que espera el organismo internacional, que ya tiene una oficina dentro del Banco Central. La renegociación del acuerdo con el FMI para ampliar el auxilio a la Argentina obliga al régimen fascista de la alianza de derecha Cambiemos a cumplir con la meta del “déficit cero".
En septiembre los recursos crecieron a un ritmo del 36,6 por ciento anual mientras que los gastos del Estado se expandieron 26,5 por ciento, "muy por debajo de la tasa anual de inflación del mes, cercana al 40 por ciento", puntualizó Dujovne, quien calificó como “inédita” la baja en gastos que está realizando el país “en estos años del presidente Macri”.
"El resultado primario es 27 por ciento inferior en términos nominales", agregó respecto al ajuste fiscal desde el microcine del Palacio de Hacienda, acompañado por el secretario de Política Económica, Miguel Braun, y el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena. Mientras los despidos se replicaban en el Estado, las cuentas públicas habían registrado en agosto pasado un déficit primario, aquél que no incluye el pago de deuda, de 10.356 millones de pesos, que resultó un 58 por ciento menor respecto de igual mes del año anterior.
Dujovne aseguró también que "no es intención" del régimen aumentarle la presión impositiva al sector agropecuario en 2019. "Es nuestra intención no elevar la presión impositiva para el campo con los cambios que se están realizando a los Bienes Personales. Por eso estamos trabajando con los representantes del oficialismo en el Congreso", afirmó.
Al ser consultado sobre la injerencia del FMI en las nuevas metas de ajuste fiscal planteadas, el ministro de Economía señaló que el diálogo con la entidad "es permanente pero somos nosotros los que decidimos de qué manera alcanzamos nuestro objetivo de equilibrio primario presupuestario el año próximo ", a pesar de que el flamante delegado permanente del FMI en el país, Trevor Allayne, tendrá una oficina en el Banco Central que controlará de cerca que el régimen de Mugrizio Macri Blanco Villegas cumpla el ajuste acordado.
"Los desembolsos van a empezar a llegar al otro día de votado el acuerdo por el directorio", anunció el ministro, confiado en que el FMI apruebe el nuevo acuerdo al que tuvo que recurrir de emergencia el régimen en medio de la corrida cambiaria.
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