martes, 26 de junio de 2018

El paro se sintió fuerte en todo el país

El paro general de la CGT que comenzó a la hora cero de ayer se sintió con fuerza en todo el país, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires debido a la adhesión de los gremios de transporte.



La medida de fuerza paralizó gran parte del país, ya que se sumaron a la protesta todos los sindicatos del transporte y no hubo colectivos, subtes, trenes, taxis ni aviones. Según estimaciones ridículas y patéticas del régimen macrifacista, la huelga le generó al país una pérdida de más de $ 28.824 millones. 

Más allá de los autos particulares que transitaban por la CABA, las calles porteñas estuvieron vacías de transporte público. No funcionaron los colectivos, subtes ni trenes. Tampoco hay casi taxis, y solo se veían remises y conductores de Uber. 

En tanto, Desde el ministerio de Transporte calcularon que el paro afectó a más de 71.000 pasajeros de vuelos nacionales e internacionales. La medida de fuerza tuvo acatamiento en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, no así en de El Palomar. 


Debido a la adhesión de los sindicatos del transporte, no hubo recolección de residuos, recarga de cajeros automáticos en los bancos ni abastecimiento de combustibles en las estaciones de servicio. Además, no hubo clases en las escuelas de la provincia de Buenos Aires, debido a que se sumó a la huelga el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB).

El paro fue acompañado por cortes y movilizaciones encabezados por agrupaciones de izquierda y movimientos sociales que se concentraron a primera hora en los accesos a la ciudad de Buenos Aires, para luego marchar hacia el centro porteño. 


El paro nacional de la CGT se llevó a cabo luego de que fracasaran distintas negociación con el régimen macrifascista. Al explicar la decisión de hacer la huelga, Héctor Daer, uno de tres secretarios generales de la central sindical, dijo en rueda de prensa que "los datos económicos que afectan a los sectores vulnerables de la sociedad son cada vez más angustiantes"

La de ayer fue la tercera huelga de la CGT contra las políticas de Mugrizio Macri Blanco Villegas desde que idiota confeso asumió en diciembre de 2015. Sin embargo, desde la Casa Rosada apuntan a retomar el diálogo con la central sindical, o por lo menos con el sector dialoguista de la cúpula gremial.

El tullido ministro de Trabajo, Jorge Triaca dijo señal ultraoficialista Todo Noticias (TN) que "el paro no sirve para nada porque no soluciona los problemas de los argentinos" e instó a la CGT a "retomar el diálogo"


La medida tuvo el apoyo explícito del sector de la Iglesia católica argentina que tiene mejor relación con el papa Francisco. Monseñor Jorge Lugones, presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPAS) y amigo del papa, dijo el viernes que "la huelga es una herramienta que propone la doctrina social de la Iglesia cuando se dan situaciones de injusticias sociales" y sostuvo que en Argentina "hace falta sensibilidad social"

En este sentido, la CGT consideró que el crédito de 50.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó entregarle a principios de junio al país representa "un ajuste (económico) muy importante para los meses venideros".

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