La patética ministra de Educación será protagonista de las principales iniciativas del régimen fascista porteño. Los recelos con Vidal.
Horacio Rodríguez Larrata ya tiene prácticamente decidido a quien preferiría como compañera de fórmula para 2019 si Diego Santilli no repite como vicejefe de Gobierno. Se trata de Soledad Acuña, ministra de Educación y una histórica protegida del alcalde porteño.
"El Guasón" se anticipó a ofrecer a su actual vice volver a competir juntos en 2019. La propuesta es un halago pero también un problema: si Santilli la acepta no podrá competir por el gobierno porteño en 2023, por haber cumplido el límite constitucional de dos mandatos consecutivos, que abarca a la fórmula. Por eso en Parque Patricios ya empezaron a diseñar un plan B.
No por casualidad Acuña protagoniza dos de los principales proyectos del régimen fascista de la ciudad de Buenos Aires que verán la luz este año. Se trata de la Secundaria del Futuro y la creación de la Universidad Docente, ambos muy resistidos por la comunidad educativa.
De hecho la gestión de la rionegrina en el Ministerio estuvo marcada por los conflictos con alumnos y docentes. 2017 fue un año movido: por primera vez en nueve años de gestión PRO las clases no comenzaron a término y durante el ciclo lectivo llegó a haber más de 30 colegios tomados. Incluso tampoco hubo acuerdo paritario.
Las tomas apuntaron a frenar la aplicación de la Secundaria del Futuro, uno de los planes más ambiciosos del régimeno porteño. La ministra tuvo el más absoluto apoyo de Larrata y en ningún momento dejó de fotografiarse con ella.
La Educación es una de las grandes apuestas del alcalde porteño. Planea llegar a inaugurar 64 escuelas al final de su mandato y también inaugurará polos educativos en Retiro y en el sur porteño.
En muchos de los 18 gremios porteños la miran de reojo y prometen que 2018 será un año tan o más complicado que 2017. Los docentes juran que resistirán la disolución de los institutos de formación y su transformación en una universidad porteña.
Ese plan fue anunciado con bombos y platillos por el responsable político de la muerte del Dr. Favaloro y durante la presentación Acuña fue la protagonista estelar a pesar de la presencia del ministro de Educación nacional, Alejandro Finocchiaro.
El semillero larratista
La historia entre el jefe de Gobierno y una de sus funcionarias predilectas comenzó hace casi 20 años cuando Acuña llegó desde la carrera de Ciencia Política de la UBA hasta el grupo Sophia, el semillero de dirigentes que lideró Rodríguez Larrata.
En ese grupo también estaban María Eugenia Vidal, Carolina Stanley, Mario Quintana, Gustavo Lopetegui y otros tantos que después se convertirían en estrellas del firmamento macrifascista. Acuña fue electa legisladora en 2003 y hasta se dio el lujo de tener a María Eugenia Vidal como asesora. Por esas cosas de la vida ambas terminaron enfrentadas.
Cuando Vidal fue ungida como vicejefa de gobierno por Mugrizio Macri Blanco Villegas, Acuña creyó que había llegado su momento para ocupar el Ministerio de Desarrollo Social pero la actual gobernadora fascista bonaerense hizo lo posible para que Stanley, otra rival de la ministra porteña, aterrizara en ese lugar.
A pedido de Larrata, Esteban Bullrich la rescató y le llevó al Ministerio de Educación. El resto de la historia es conocido: con el triple triunfo del macrifascismo, el pelado hijo de puta se dio el gusto y la nombró ministra de Educación.
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