Por primera vez en cuatro años, alguien se dio cuenta que Michetti existe. El flamante presidente acompañó a la ex vicepresidenta con su silla.
Durante el ingreso al Congreso para comenzar la ceremonia de asunción de Alberto Fernández, el nuevo presidente se mostró muy amable con Gabriela Michetti, a diferencia del macrifascismo, que la segregó durante cuatro años.
Michetti fue la encargada de abrir la asamblea legislativa y recibir a Alberto y a Cristina y acompañarlos hasta el recinto para que presten juramento. En ese camino, la ahora ex presidenta del Senado se mostró sonriente y conversó con los flamantes mandatarios y hasta recibió la ayuda de Alberto.
Mientras Alberto y Cristina saludaban a las comitivas de Diputados y Senadores y avanzaban hacia el libro de visitas del Congreso, el presidente tomó la silla de Michetti y la acompañó en su traslado. Tras dejar su huella en el libro, otra vez Fernandez ayudó a la ex vicepresidenta para dirigirse al recinto de la Cámara de Diputados.
La amabilidad de Alberto contrastó con los últimos gestos de Miauricio Macri Blanco Villegas y sus seguidores para con quien lo acompañó durante los cuatro años su mandato.
Recordado es cuando el ex hijastro de Flavia Palmiero, cual si Michetti fuera una mesita ratona, le lanzó el micrófono a sus piernas para apoyarlo y sacárselo de encima. Además, la ex vicepresidenta no fue invitada al acto de despedida del fundador del PRO del pasado sábado.
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